Por Takaya Yamaguchi y Leika Kihara
TOKIO, 28 abr (Reuters) – La inflación subyacente del consumo en la capital de Japón superó las expectativas en abril y un índice que excluye los costes del combustible aumentó al ritmo más rápido en cuatro décadas, poniendo de relieve el reto al que se enfrenta el nuevo jefe del banco central para mantener los tipos de interés ultrabajos.
Los datos se publican horas antes de la reunión de política monetaria del Banco de Japón, que concluye el viernes, y en la que es probable que el Consejo de Gobierno elabore nuevas previsiones de inflación que podrían ofrecer pistas sobre la rapidez con la que el banco central podría retirar gradualmente su enorme estímulo.
El índice de precios al consumo (IPC) subyacente de Tokio, que excluye los volátiles alimentos frescos pero incluye el coste de los carburantes, subió un 3,5% en abril respecto al año anterior, según mostraron el viernes los datos del Gobierno, más rápido que la media del mercado, que preveía una subida del 3,2%, y muy por encima del objetivo del 2% del Banco de Japón. La subida se aceleró con respecto al 3,2% de marzo.
El IPC subyacente, que elimina los costes de los alimentos frescos y los carburantes, subió un 3,8% en abril respecto al año anterior, frente al 3,4% de marzo, según los datos.
El índice subyacente, que el Banco de Japón vigila de cerca para medir la tendencia de la inflación, subió al ritmo anual más rápido desde abril de 1982, cuando subió un 4,2%.
Según algunos analistas, el aumento de la inflación en Tokio, que se considera un indicador adelantado de las tendencias a escala nacional, puede poner en duda la opinión del Banco de Japón de que las recientes subidas de precios impulsadas por los costes son temporales.
(Información de Takaya Yamaguchi y Leika Kihara; Información adicional de Kantaro Komiya; Edición de Chang-Ran Kim y Sam Holmes, editado en español por José Muñoz)