Investigación dice que Boris Johnson encabezó una respuesta “caótica” al COVID en Reino Unido

Por Michael Holden

LONDRES, 20 nov (Reuters) -El ex primer ministro británico Boris Johnson supervisó una respuesta tóxica, caótica y titubeante a la pandemia de COVID, y su demora en confinar el país provocó unas 23.000 muertes más, concluyó un informe de una investigación que se publicó el jueves.

Reino Unido sufrió más de 230.000 muertes por COVID, una tasa de mortalidad similar a la de Estados Unidos e Italia pero superior a la del resto de Europa occidental, y aún se está recuperando de las consecuencias económicas.

La investigación, que Johnson ordenó en mayo de 2021, arrojó una demoledora evaluación de la respuesta de su Gobierno al COVID, criticando su liderazgo indeciso, arremetiendo contra su oficina de Downing Street por romper sus propias reglas y castigando a su principal asesor Dominic Cummings.

“Hubo una cultura tóxica y caótica en el núcleo del Gobierno británico durante la pandemia”, dijo en su informe la presidenta de la investigación, la exjueza Heather Hallett.

Hallett dijo que Johnson no había apreciado la gravedad del virus después de que surgió a principios de 2020, creyendo que no pasaría a mayores y se distrajo con otros asuntos de Gobierno, con Reino Unido en ese momento empantanada en las conversaciones sobre su salida de la Unión Europea.

“El señor Johnson debería haber comprendido antes que se trataba de una emergencia que requería el liderazgo del primer ministro para inyectar urgencia a la respuesta”, dijo el informe.

Cuando compareció ante la comisión en 2023, Johnson dijo que su Gobierno había sido demasiado complaciente y había “subestimado enormemente” los riesgos, y que comprendía el enfado de la opinión pública.

Hallett dijo que cuando Johnson anunció el confinamiento el 23 de marzo era demasiado poco y demasiado tarde, una crítica reiterada que dirigió al Gobierno británico y a las administraciones descentralizadas de Escocia, Gales e Irlanda del Norte.

El informe concluye que, si el Reino Unido hubiera decretado el bloqueo una semana antes, el 16 de marzo, tal y como indicaban las pruebas, el número de muertes en la primera oleada hasta julio se habría reducido en unas 23.000, es decir, un 48%.

El hecho de no haber actuado antes cuando los casos aumentaron a finales de año también condujo a nuevos confinamientos nacionales, añadió.

Hallett dijo que la investigación reconocía que Johnson tuvo que enfrentarse a decisiones difíciles, pero que cambió de opinión en repetidas ocasiones y no tomó las medidas oportunas a pesar de tener un conocimiento más claro del virus.

(Reporte de Michael Holden; edición en español de Javier López de Lérida)

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