Por David Morgan y Nolan D. McCaskill
WASHINGTON, 18 nov (Reuters) -La Cámara de Representantes de Estados Unidos, controlada por los republicanos, votó el martes a favor de forzar la divulgación de los archivos del Departamento de Justicia sobre el difunto delincuente sexual convicto Jeffrey Epstein, un resultado que el presidente Donald Trump había tratado de impedir durante meses antes de poner fin a su oposición.
Dos días después del abrupto giro de Trump, la medida fue aprobada por 427 votos a favor y 1 en contra, enviando una resolución que exige la divulgación de todos los registros no clasificados sobre Epstein al Senado para su consideración.
La disputa pública y cada vez más amarga entre los republicanos sobre los archivos de Epstein había fracturado las relaciones entre Trump y algunos de sus partidarios más fervientes.
Antes de la votación, unas dos decenas de supervivientes de los presuntos abusos de Epstein se unieron a un trío de legisladores demócratas y republicanos frente al Capitolio de Estados Unidos para instar a la publicación de los expedientes.
Las mujeres sostenían fotografías de cuando eran más jóvenes, la edad en la que, según ellas, conocieron a Epstein, un financiero neoyorquino que confraternizaba con algunos de los hombres más poderosos del país.
El escándalo Epstein ha sido una piedra en el zapato de Trump durante meses, en parte porque amplificó las teorías de conspiración de sus propios partidarios.
Muchos votantes republicanos creen que el Gobierno Trump ha encubierto los vínculos de Epstein con figuras poderosas y oscurecido los detalles que rodearon su muerte, que fue declarada suicidio, en una cárcel de Manhattan en 2019.
Pese a su cambio de postura sobre el proyecto, el presidente republicano sigue enfadado por la atención prestada al asunto Epstein. El martes, llamó “persona terrible” a un reportero que preguntó sobre ello en el Despacho Oval y dijo que a la cadena de televisión para la que trabajaba el periodista se le debería retirar la licencia.
Trump socializó y salió de fiesta con Epstein en las décadas de 1990 y 2000 antes de lo que él llama un distanciamiento, pero la vieja amistad se ha convertido en un raro punto débil del presidente con sus partidarios.
(Reporte de David Morgan y Nolan McCaskill en Washington y Jonathan Allen en Nueva York; contribución de Richard Cowan y Bo Erickson; redacción de David Morgan y Jonathan Allen; edición en español de Javier López de Lérida)










