ROMA, 18 nov (Reuters) -El mundo se enfrenta a una crisis de hambre cada vez más grave, en un momento en que los recursos son muy inferiores a las necesidades, advirtió el martes el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de las Naciones Unidas, citando fuertes descensos en la financiación humanitaria.
En su informe Perspectivas Mundiales 2026, el PMA, en Roma, señala que se espera que 318 millones de personas se enfrenten a niveles de hambre críticos o peores el próximo año, más del doble que en 2019.
Pero la reducción de la financiación humanitaria significa que el PMA solo prevé asistir a unos 110 millones de las personas más vulnerables en 2026, con un coste de 13.000 millones de dólares, según la agencia. Las previsiones actuales sugieren que podría recibir solo la mitad de esa cantidad.
“El mundo se enfrenta a hambrunas simultáneas en Gaza y en partes de Sudán. Esto es completamente inaceptable en el siglo XXI”, dijo en un comunicado la directora ejecutiva del PMA, Cindy McCain.
“El hambre está cada vez más arraigada. Sabemos que las soluciones tempranas y eficaces salvan vidas, pero necesitamos desesperadamente más apoyo”, añadió.
El mayor donante del PMA, Estados Unidos, ha recortado drásticamente su ayuda exterior bajo la presidencia de Donald Trump, y otros países importantes también han hecho o anunciado recortes en la asistencia.
El PMA dijo el mes pasado que esperaba recibir un 40% menos de fondos año tras año para 2025, lo que resulta en un presupuesto proyectado de 6.400 millones de dólares, por debajo de los 10.000 millones de 2024.
Se prevé que los conflictos, las condiciones meteorológicas extremas y la inestabilidad económica provoquen una grave inseguridad alimentaria, según el PMA. En 2025, su labor de prevención de hambruna sacó a las comunidades del borde de la inanición, pero la crisis general no muestra señales de remitir.
La agencia dijo que entregaría ayuda alimentaria y nutricional de emergencia, ayudaría a las comunidades a aumentar la resiliencia ante las crisis alimentarias y proporcionaría apoyo técnico para fortalecer los sistemas nacionales, aprovechando al mismo tiempo la tecnología para mejorar la eficiencia.
“El PMA proporciona una ayuda vital a las personas que se encuentran en primera línea de los conflictos y las catástrofes, y estamos transformando nuestra forma de trabajar para invertir en soluciones a largo plazo”, añadió McCain. “Acabar con el hambre arraigada exige un apoyo sostenido y un compromiso mundial real”.
El PMA instó a los países y donantes a invertir en soluciones probadas para frenar el hambre y acercarse al objetivo de hambre cero.
(Información de Crispian Balmer; edición de Alison Williams; edición en español de Paula Villalba)











