Por Liz Lee y John Geddie
PEKÍN/TOKIO, 12 nov (Reuters) -El enfrentamiento entre China y Japón por los comentarios de la primera ministra japonesa, Sanae Takaichi, sobre Taiwán no dio señales de remitir el miércoles, tras una serie de virulentos artículos en los medios de comunicación estatales chinos y llamamientos en Tokio a expulsar a un diplomático chino.
Takaichi desató el furor la semana pasada al afirmar en el Parlamento que un ataque chino a Taiwán podría equivaler a una “situación que amenaza la supervivencia” y desencadenar una posible respuesta militar de Tokio.
Esto provocó una protesta formal de China y un mensaje amenazador del cónsul general de China en Osaka, Xue Jian, dirigido a Takaichi, que Tokio calificó de “extremadamente inapropiado” y por el que se quejó a Pekín.
Aunque desde entonces Takaichi ha dicho que se abstendrá de volver a hacer comentarios de este tipo y Tokio pidió el martes esfuerzos mutuos para reducir las fricciones, un par de editoriales en los medios estatales chinos sugieren que el furor podría continuar.
La cadena estatal CCTV afirmó en un editorial a última hora del martes que los comentarios de Takaichi eran de “naturaleza e impacto extremadamente maliciosos” y han “cruzado la línea” con China.
Una publicación en una cuenta de redes sociales afiliada a CCTV calificaba a Takaichi de “alborotadora”, utilizando la palabra como un juego de palabras con la pronunciación de su apellido en chino.
“¿Le ha pateado la cabeza un burro?”, retaba la publicación de la cuenta Yuyuan Tantian.
“¡Si sigue escupiendo mierda sin límites de esta manera, Takaichi podría tener que pagar el precio!”.
El editorial de CCTV también comparaba la referencia de Takaichi a “situaciones que amenazan la supervivencia” con la invasión japonesa de Manchuria, en el noreste de China, en 1931.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Japón no respondió inmediatamente a una petición de comentarios.
LLAMAMIENTOS PARA EXPULSAR A UN DIPLOMÁTICO CHINO
Hasta ahora, los dirigentes japoneses han evitado mencionar a Taiwán al hablar públicamente de este tipo de escenarios, manteniendo una ambigüedad estratégica que también favorece el principal aliado de Tokio en materia de seguridad, Estados Unidos.
Pekín reclama Taiwán y no ha descartado el uso de la fuerza para tomar el control de la isla, situada a poco más de 110 kilómetros del territorio japonés. El Gobierno de Taiwán rechaza las reivindicaciones de soberanía de Pekín.
Mientras tanto, algunas altas personalidades políticas de Tokio han pedido a Japón que considere la expulsión del diplomático chino Xue, que compartió el sábado un artículo sobre los comentarios de Takaichi y comentó: “hay que cortar la sucia cabeza que asoma”.
Takayuki Kobayashi, jefe de política del partido gobernante, instó el martes al Gobierno a expulsar a Xue si Pekín no mostraba ningún esfuerzo por resolver la situación. El destacado legislador de la oposición Kenta Izumi también pidió la rápida expulsión de Xue.
(Información de Liz Lee y la redacción de Pekín y John Geddie y Tim Kelly en Tokio; edición de Raju Gopalakrishnan; edición en español de Paula Villalba)











