Por Lewis Macdonald y Aislinn Laing
PARÍS/MADRID, 5 nov (Reuters) – El rey emérito de España, Juan Carlos, se siente abandonado e incomprendido, incluso por su hijo y heredero, el rey Felipe VI, y por otros miembros cercanos de la familia, según sus memorias que salieron a la venta en Francia el miércoles.
En “Reconciliación”, Juan Carlos, de 87 años, dijo que entendía por qué Felipe necesitaba ser “firme como rey” en público, manteniendo a su padre a distancia, pero dijo que era doloroso que “como hijo fuera insensible”.
Juan Carlos, que desempeñó un papel clave en la transición de España a la democracia tras la muerte del dictador Francisco Franco, dijo que lamentaba amargamente un romance con la “socialité” danesa-alemana Corinna zu Sayn-Wittgenstein-Sayn, el que había dañado su reputación entre sus compatriotas, provocado su caída y su autoexilio en Abu Dabi.
“Di la libertad al pueblo español estableciendo la democracia, pero nunca pude disfrutar de esa libertad para mí”, escribió.
“Ahora que mi hijo me ha dado la espalda por obligación, ahora que los que se llaman mis amigos me han dado la espalda, me doy cuenta de que nunca he sido libre”.
Juan Carlos agregó que quería volver a España, disfrutar de una jubilación tranquila y de una relación armoniosa con Felipe, y ser enterrado con honores de Estado.
Las memorias de 512 páginas, escritas en colaboración con la periodista y escritora francesa Laurence Debray, son un intento de recuperar su legado tras décadas de escándalos, dijo Juan Carlos.
“Mi padre siempre me aconsejó que no escribiera mis memorias. Los secretos de los reyes permanecen enterrados en las sombras de sus palacios. ¿Por qué le desobedezco hoy? Siento como si me robaran mi historia”.
RESPETABA MUCHO A FRANCO
Nacido en el exilio en Italia en 1938, durante la Guerra Civil española, fue separado de sus padres a los 10 años tras ser llamado a España por Franco, que le preparó para ser su sucesor.
Juan Carlos dijo que llegó a admirar al dictador, que gobernó España durante 36 años.
“Le respetaba enormemente, apreciaba su inteligencia y su sentido político”, escribió Juan Carlos, que fue coronado rey dos días después de la muerte de Franco en 1975.
También escribió sobre la muerte en 1956 de su hermano Alfonso, de 14 años, en Portugal, mientras ambos limpiaban una pistola, la primera vez que dijo haber hablado del traumático episodio.
“Perdí a un amigo, a un confidente. Dejó un vacío enorme”, escribió Juan Carlos. “Sin su muerte, mi vida habría sido menos sombría, menos infeliz”.
Como rey, Juan Carlos aplicó rápidamente reformas que condujeron a la celebración de elecciones democráticas en 1977. Durante gran parte de su reinado fue una figura popular por el papel que desempeñó en la transición de España a la democracia.
Sin embargo, la opinión pública se volvió contra él en el momento álgido de la crisis financiera española de 2012, cuando muchos españoles perdieron sus empleos, tras conocerse detalles de un lujoso viaje a Botsuana para cazar elefantes con Sayn-Wittgenstein-Sayn.
Abdicó en 2014 y se trasladó a Emiratos Árabes Unidos en 2020. Felipe canceló el estipendio de su padre cuando se supo que era objeto de investigaciones por blanqueo de capitales en España y Suiza. Ambas causas fueron finalmente archivadas.
“Se me acusa de numerosos delitos, de haberme enriquecido a través de supuestas comisiones, sin prueba ni fundamento alguno”, escribió.
Juan Carlos dijo que las relaciones extramatrimoniales que le atribuían los medios de comunicación, incluida una supuesta cita con la difunta princesa Diana, eran “en su mayoría totalmente ficticias”.
Diana le parecía “fría, taciturna, distante, excepto en presencia de los paparazzi”, escribió.
“Reconciliación” fue publicado en Francia el miércoles por Editions Stock y será publicado en España el 3 de diciembre por Planeta.
(Reporte de Lewis Macdonald, Aislinn Laing y Charlie Devereux, y de Inti Landauro; Edición en español de Javier López de Lérida y Raúl Cortés Fernández)










