Por Olena Harmash
KIEV, 5 nov (Reuters) -Ucrania planea reemplazar la unidad monetaria del kopek para deshacerse de un símbolo persistente de la antigua dominación de Moscú, dijo el gobernador del Banco Central, Andri Pishni, que añadió que esperaba que el cambio pudiera completarse este año.
Ucrania sustituyó el rublo por la grivna en 1996, cinco años después de independizarse de la Unión Soviética, y empezó a acuñar sus propias monedas, pero conservando el antiguo nombre soviético, “kopek” —”kopikia” en ucraniano—, para los céntimos. Las nuevas monedas, que se conocerán con el término histórico ucraniano “shah”, marcarían un nuevo alejamiento de Rusia casi cuatro años después de la invasión a gran escala.
“Debemos completar por fin (…) la reforma monetaria y eliminar cualquier afinidad, cualquier conexión con Moscú. Porque tenemos nuestro propio (nombre). Y ha llegado el momento de recuperarlo”, dijo Pishni a Reuters en una entrevista.
El Parlamento ucraniano se dispone a debatir el proyecto de ley sobre la sustitución de la moneda y el Banco Central está organizando debates públicos, exposiciones y otros actos para dar a conocer la propuesta, explicó.
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El shah, que significa “paso”, se utilizó como término monetario en Ucrania en los siglos XVI y XVII. También circularon billetes con el nombre de “shah” durante la revolución ucraniana de 1917-1921, explicó Pishni, que mostró a Reuters billetes de ese periodo.
“Es importante decir que el kopek solo se ha conservado en tres de las (15) antiguas repúblicas de la Unión Soviética. Rusia, Bielorrusia y Ucrania”, dijo Pishni. El antiguo líder de Bielorrusia es un estrecho aliado del presidente ruso, Vladimir Putin.
El ruso es la primera lengua de muchos ucranianos y la población tenía una actitud predominantemente positiva hacia Rusia a principios de la década de 2000. Algunos aún hablan ruso, pero la guerra ha llevado a muchos a renunciar a asociarse con la lengua y la cultura rusas, que Moscú dice estar luchando por proteger.
Cientos de pueblos y ciudades han cambiado los nombres de sus calles y se han desmantelado monumentos a figuras soviéticas o rusas. Se han retirado placas conmemorativas de autores, artistas o científicos rusos que visitaron, trabajaron o vivieron en Ucrania.
Los ucranianos, especialmente los más jóvenes, están redescubriendo la historia y la identidad nacionales, reivindicando a los escritores, poetas, artistas y músicos ucranianos y a otras figuras famosas.
Según una encuesta realizada en septiembre por el Instituto Internacional de Sociología de Kiev, cerca del 91% de los ucranianos tiene una actitud negativa hacia Rusia, mientras que el 4% la ve positivamente.
Algunos críticos han cuestionado que el cambio de moneda se produzca ahora, en un momento en que el presupuesto de guerra ya está al límite. Pishni afirmó que no supondría ningún coste adicional y que la moneda única en circulación, que pasaría a estar formada por 50 “shahs” (algo más de un centavo de dólar estadounidense), se sustituiría gradualmente.
(Información de Olena Harmash; edición de Philippa Fletcher; edición en español de Jorge Ollero Castela)










