Por Nidal al-Mughrabi y Olivia Le Poidevin
EL CAIRO/GINEBRA, 4 nov (Reuters) -Casi cuatro semanas después del alto el fuego, la ayuda que llega a Gaza es escasa, según afirmaron el martes las agencias humanitarias, mientras el hambre persiste ante la proximidad del invierno y las viejas tiendas de campaña empiezan a deshilacharse tras la devastadora ofensiva israelí de dos años.
La tregua debía desencadenar un torrente de ayuda en el minúsculo y abarrotado enclave, donde la hambruna se confirmó en agosto y donde casi todos los 2,3 millones de habitantes han perdido sus hogares a causa de los bombardeos israelíes.
Sin embargo, según el Programa Mundial de Alimentos, sólo está llegando la mitad de la cantidad necesaria de alimentos, mientras que un grupo de agencias palestinas afirmó que el volumen total de ayuda se situaba entre una cuarta y una tercera parte de la cantidad esperada.
Israel afirma que está cumpliendo sus obligaciones en virtud del acuerdo de alto el fuego, que prevé la entrada en Gaza de una media de 600 camiones de suministros al día. Culpa a los combatientes de Hamás de cualquier escasez de alimentos, acusándoles de robar la ayuda alimentaria antes de que pueda distribuirse, lo que el grupo niega.
El Gobierno local de Gaza, controlada desde hace tiempo por Hamás, afirma que la mayoría de los camiones siguen sin llegar a su destino debido a las restricciones israelíes, y que sólo unos 145 al día entregan suministros.
Las Naciones Unidas, que a principios de la guerra publicaban cifras diarias sobre los camiones de ayuda que cruzaban a Gaza, ya no dan esas cifras de forma rutinaria.
TIENDAS DE CAMPAÑA “COMPLETAMENTE AGOTADAS”
“Es terrible. No hay tiendas adecuadas, ni agua adecuada, ni comida adecuada, ni dinero adecuado”, dijo Manal Salem, de 52 años, que vive en una tienda de campaña en Jan Yunis, en el sur de Gaza, que asegura está “completamente desgastada” y teme que no dure el invierno.
El alto el fuego y el mayor flujo de ayuda desde mediados de octubre han traído algunas mejoras, según la agencia humanitaria de las Naciones Unidas OCHA.
La semana pasada, la OCHA declaró que una décima parte de los niños examinados en Gaza seguían sufriendo desnutrición aguda, frente al 14% de septiembre, y que más de 1.000 presentaban la forma más grave de desnutrición.
La mitad de las familias de Gaza han informado de un mayor acceso a los alimentos, especialmente en el sur, a medida que entraba más ayuda y suministros comerciales tras la tregua, y los hogares realizaban una media de dos comidas al día, frente a una en julio, dijo la OCHA.
Sigue existiendo una gran brecha entre el sur y el norte, donde las condiciones siguen siendo mucho peores, según la OCHA .
SE NECESITAN ALIMENTOS, REFUGIO Y COMBUSTIBLE
Abeer Etefa, portavoz principal del PMA, describió la situación como una “carrera contrarreloj”.
“Necesitamos acceso total. Necesitamos que todo se mueva con rapidez”, dijo. “Se acercan los meses de invierno. La gente sigue pasando hambre y las necesidades son abrumadoras”.
Desde el alto el fuego, la agencia ha aportado 20.000 toneladas métricas de ayuda alimentaria, aproximadamente la mitad de la cantidad necesaria para cubrir las necesidades de la población, y ha abierto 44 de los 145 puntos de distribución previstos, dijo.
También falta la variedad de alimentos necesaria para evitar la desnutrición, añadió.
“La mayoría de los hogares con los que hemos hablado sólo consumen cereales, legumbres, raciones de alimentos secos, con los que la gente no puede sobrevivir mucho tiempo. La carne, los huevos, las verduras y las frutas se consumen muy poco”, dijo.
La continua falta de combustible, incluido el gas para cocinar, también está obstaculizando los esfuerzos en materia de nutrición, y más del 60% de los habitantes de Gaza cocinan utilizando residuos quemados, según la OCHA, lo que aumenta los riesgos para la salud.
Con la llegada del invierno, los habitantes de Gaza necesitan refugio. Las tiendas se están desgastando. Los edificios que sobrevivieron al ataque militar están a menudo a la intemperie o son inestables y peligrosos.
“Pronto llegaremos al invierno: agua de lluvia y posibles inundaciones, así como posibles enfermedades debido a los cientos de toneladas de basura cerca de las zonas pobladas”, declaró Amjad al-Shawa, director de las agencias palestinas que sirven de enlace con la ONU.
Según él, hasta ahora sólo ha entrado en Gaza entre el 25% y el 30% de la ayuda prevista.
(Reportajes de Nidal al-Mughrabi en El Cairo, Olivia le Poidevin en Ginebra, Maayan Lubell en Jerusalén y Angus McDowall, editado en español por Juana Casas)










