Por Joe Cash
PEKÍN, 27 oct (Reuters) -Los beneficios industriales de China crecieron en septiembre a su ritmo más rápido en casi dos años, lo que supone un segundo mes consecutivo de ganancias y una señal de que las medidas largamente esperadas para frenar el exceso de capacidad y reequilibrar la economía pueden estar ganando terreno.
En julio, los máximos dirigentes se comprometieron a tomar medidas para atajar las empresas deficitarias e ineficientes, ante el creciente temor a una deflación arraigada en la segunda economía mundial, provocada por una brutal guerra de precios y la debilidad de la demanda interna.
Analistas señalaron que el cambio de política económica de Pekín, que se produjo cuando los aranceles estadounidenses pesaban sobre las exportaciones, suponía dar marcha atrás en años de utilización de préstamos baratos para apuntalar el empleo y sostener las economías provinciales.
Los beneficios industriales aumentaron a una tasa anual del 21,6% en septiembre ―el ritmo más rápido desde noviembre de 2023― tras un salto del 20,4% en agosto, según mostraron el lunes los datos de la Oficina Nacional de Estadísticas, lo que dio a los dirigentes económicos motivos para el optimismo. Los beneficios industriales crecieron un 3,2% en el periodo de enero a septiembre.
Las cifras cubren las empresas con ingresos anuales de al menos 20 millones de yuanes (2,81 millones de dólares) de sus operaciones principales.
OFERTA Y DEMANDA MÁS EQUILIBRADAS
“El panorama general de la oferta y la demanda se ha equilibrado ligeramente, la utilización de la capacidad industrial ha mejorado y los márgenes de beneficio de las empresas industriales han aumentado”, dijo Xu Tianchen, economista jefe de Economist Intelligence Unit.
“El índice de precios a la producción también ha repuntado ligeramente, un pequeño paso positivo en el largo camino hacia el reequilibrio de la economía”.
Dicho esto, la economía china, valorada en 19 billones de dólares, dista mucho de ser estable, lastrada por una prolongada caída del sector inmobiliario, un mercado laboral frágil y unos Gobiernos locales muy endeudados.
Según anunciaron las autoridades la semana pasada, el producto interior bruto creció un 4,8% entre julio y septiembre, lo que supone una ralentización respecto al 5,2% del segundo trimestre, manteniendo la presión sobre los dirigentes económicos para que pongan en marcha más estímulos que impulsen el crecimiento.
Y aunque la tasa de crecimiento mantiene a China en el buen camino para alcanzar su objetivo de aproximadamente el 5% este año, la dependencia de la economía de la demanda externa en un momento de crecientes tensiones comerciales con Washington plantea dudas sobre si ese ritmo puede mantenerse, al igual que su dependencia de las grandes empresas estatales.
Los beneficios de las empresas del sector privado aumentaron un 5,1% en los nueve primeros meses del año, aunque los analistas señalaron que la cifra estaba sesgada por un puñado de grandes empresas, entre ellas el gigante chino de baterías para vehículos eléctricos CATL , cuyo beneficio neto se disparó un 41,2% interanual.
Las empresas estatales registraron un descenso del 0,3% en sus beneficios durante el mismo periodo, según los datos. Según economistas, muchas de ellas están muy expuestas a las recientes subidas de los precios mundiales de las materias primas y no pueden despedir personal fácilmente para mejorar sus márgenes.
(1 dólar = 7,1230 yuanes chinos)
(Información adicional de Qiaoyi Li; edición de Jamie Freed; edición en español de Paula Villalba)










