BUENOS AIRES, 23 oct (Reuters) -Los temores cambiarios en Argentina se atenuaron levemente el jueves a solo tres días de una clave elección de medio término que le permitirá saber al Gobierno liberal dónde está parado de cara a los últimos dos años de gestión y ante el compromiso de profundizar su economía ortodoxa.
La búsqueda de cobertura en moneda dura por parte de inversores institucionales hace que el peso nacional cotice próximo a su zona de mínimo histórico, lo que ha obligado recientemente a la intervención tripartita del banco central (BCRA), del Tesoro argentino y del socorro del Tesoro de Estados Unidos, con quien el país termina de firmar un “swap” de monedas por 20.000 millones de dólares.
“El Gobierno de (Javier) Milei debe mostrar resultados favorables en el plano electoral para que continúen los anuncios de ayuda”, dijo Wise Capital.
“El ‘trade’ electoral sigue marcando la cancha para los inversores, donde la baja en la renta variable ya descuenta un escenario negativo para el oficialismo, y asumiendo que el desempeño de Gobierno mejore post elecciones -mayores consensos y acuerdos-, sectores como energía cuentan con potencial de generación de divisas”, señaló.
El peso mayorista subió un 0,13% a 1.487 por dólar al cierre, contra una apertura en piso récord de 1.492 unidades y una punta vendedora de la banda de flotación que rige el sistema en 1.492,05 por dólar, donde el BCRA debe desprenderse de reservas para sostener la paridad.
La incertidumbre también pesa sobre los contratos a futuro dada las millonarias cifras en juego a favor y en contra del peso, dijeron operadores, en un mercado con activa participación del propio BCRA.
Por ello, el plazo muy corto hasta fin de octubre arrojaba un valor de 1.479,5 por dólar y para fin de diciembre caía a 1.558 unidades.
“Evidentemente transitamos una crisis de confianza, al Gobierno no le basta con demostrar que controla el superávit fiscal y la inflación, la economía se estanca y se deben conseguir aprobaciones importantes en el Congreso, de ahí el relieve que tienen las elecciones del domingo que viene”, dijo a Reuters el economista Marcelo Rojas.
Milei asumió en diciembre del 2023 con minoría en ambas cámaras del Congreso, por lo que busca sumar escaños que le brinden un mejor respaldo político al margen de la exigencia de diálogo que se le reclama por parte de diferentes sectores.
Por ello, este mandatario de derecha radical enfrenta estas elecciones cruciales para mejorar su escasa representación legislativa, de la que dependerá el futuro de su plan económico ultraliberal respaldado por Estados Unidos.
“El lunes (que viene) no cambia nada”, ratificó el ministro de Economía argentino, Luis Caputo, durante una entrevista televisiva. “El esquema de banda (cambiaria) está bien calibrado (…) hay que mostrar resultados para ver credibilidad”, dijo.
El funcionario agregó que “estoy más que cómodo con el valor (actual) del dólar”, pese a que desde la oposición “le están metiendo temor a la gente. Necesitamos tener menos volatilidad política”.
La fuerte volatilidad que envuelve a los mercados del país austral hizo que el índice accionario S&P Merval ganara un 1,82% al cierre por coberturas cambiarias y que los bonos soberanos en la ronda extrabursátil mostraran un sesgo bajista del 0,4% promedio.
El banco JP.Morgan identificó oportunidades de inversión en acciones argentinas, con énfasis en los sectores de energía y finanzas, mediante un reporte hecho público en el mercado.
(Reporte de Jorge Otaola;colaboración de Hernán Nessi;Editado por Walter Bianchi)