La Oficina Meteorológica de Australia pone en duda las previsiones de La Niña

CAMBERRA, 20 oct (Reuters) -La Oficina Meteorológica de Australia no está convencida de que se esté formando un patrón meteorológico de La Niña que pudiera cambiar las pautas de las precipitaciones y traer unas condiciones meteorológicas más adversas a partes de América, Asia y Oceanía, lo que afectaría a la producción agrícola, según una climatóloga de alto nivel.

La Niña, y su análogo, El Niño, están causados por el enfriamiento o el calentamiento de las temperaturas de la superficie del océano en el Pacífico oriental y central.

La primera suele provocar mayores precipitaciones en el este de Australia, el sudeste asiático e India, y un tiempo más seco en América, mientras que El Niño hace lo contrario. Ambos pueden provocar huracanes e inundaciones.

Según Felicity Gamble, de la Oficina Meteorológica de Australia, los modelos que pronostican los patrones meteorológicos suelen converger en una señal fuerte en esta época del año, pero actualmente hay mucha variación.

“Esto indica que todavía hay mucha incertidumbre en el sistema”, añadió.

La Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés) señaló este mes que las condiciones de La Niña eran débiles y que probablemente persistirían hasta diciembre.

El modelo australiano muestra que las temperaturas de la superficie del mar rozarán un umbral de La Niña de 0,8 grados Celsius por debajo de los niveles neutros en octubre, noviembre y diciembre, antes de volver a acercarse a los valores neutros.

No obstante, el efecto del agua más fría en indicadores atmosféricos como los patrones de nubes y los vientos alisios no es lo suficientemente fuerte como para confiar en que se esté produciendo un fenómeno de La Niña, añadió Gamble.

“Nuestro modelo es probablemente una de las previsiones más débiles de La Niña”, dijo la climatóloga.

Aunque la NOAA consideró suficiente la respuesta atmosférica, dijo: “Nos gustaría ver más”.

A excepción de algunas islas en el suroeste del Pacífico, tampoco hubo una señal fuerte de los patrones de precipitación típicamente asociados con La Niña, agregó Gamble.

“Debido a que no estamos viendo un patrón particularmente dominante similar a La Niña, no estamos viendo la misma magnitud de los impactos. (…) Cuando se tiene una señal más débil, otras influencias pueden empezar a desempeñar un papel más importante y tal vez anularla”, dijo.

Tres episodios consecutivos de La Niña entre 2020 y 2023 provocaron abundantes precipitaciones que dieron lugar a cosechas récord en Australia, pero también sequías y olas de calor en algunas partes de América.

(Información de Peter Hobson; editado en español por Benjamín Mejías Valencia)

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