Cuando se cumplen dos años de la guerra de Gaza, un exrehén israelí recuerda el tormento de Hamás

JERUSALÉN, 6 oct (Reuters) -Cuando Tal Shoham camina por el kibutz Be’eri, en el sur de Israel, donde él y su familia fueron secuestrados por milicianos de Hamás durante el ataque del 7 de octubre de 2023, dice que parece un enorme cementerio impregnado por el horror de los acontecimientos de ese día.

Siente nostalgia por los viejos tiempos anteriores al ataque y es muy pesimista sobre el futuro, a pesar de la presión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sobre Israel y Hamás para que lleguen a un acuerdo en el marco de su plan para poner fin a la guerra de Gaza.

El plan ha despertado esperanzas en toda la región de que el conflicto pueda estar llegando a su fin, dos años después de la embestida de Hamás contra el sur de Israel que lo inició.

“Todo este barrio que una vez fue tan pacífico y hermoso, ya sabes, todo destruido. Es como si las cosas malvadas que hicieron aquí, que los terroristas hicieron aquí, lo cubrieran todo aquí”, dijo Shoham.

HOMBRES ARMADOS CAPTURARON A SHOHAM, SU ESPOSA Y SUS DOS HIJOS

Shoham pasó 505 días cautivo en Gaza, un periodo que recuerda por la crueldad de sus captores de Hamás y la resistencia de otros rehenes israelíes que siguen en manos de los milicianos palestinos. Fue liberado durante una tregua en febrero de este año.

Él, su esposa Adi y sus dos hijos fueron capturados por hombres armados de Hamás durante el día más sangriento para los judíos desde el Holocausto.

Los milicianos de Hamás desbordaron las defensas fronterizas con un asalto por sorpresa, y lo arrastraron a él y a otros 250 rehenes de vuelta a Gaza, en un acto de violencia que destrozó la imagen de Israel como potencia militar invencible.

El asalto, en el que también murieron unas 1.200 personas, en su mayoría civiles, según los recuentos israelíes, desencadenó una represalia militar masiva que ha matado a más de 67.000 palestinos en Gaza, según las autoridades sanitarias de la zona.

ANSIEDAD A PESAR DE LAS VICTORIAS MILITARES ISRAELÍES

Shoham ve pocas perspectivas de paz a largo plazo, incluso después de que Israel lanzara ataques devastadores contra la autoridad iraní y sus aliados regionales Hamás, el Hezbolá libanés, los hutíes yemeníes y grupos armados en Siria.

Durante su calvario, Shoham llegó a la conclusión de que los sentimientos antiisraelíes son tan profundos que no hay posibilidad de coexistencia.

“Después de ver la magnitud del odio en el que crecieron y en el que están creciendo sus hijos, está realmente claro que al menos en nuestra generación no será posible”, dijo.

Shoham pasó los primeros ocho meses de su cautiverio en la superficie. Pero en junio del año pasado, él y sus compañeros Guy Gilboa-Dalal y Evyatar David fueron conducidos disfrazados a la calle.

Sus guardias los escoltaron durante unos 15 minutos antes de vendarles los ojos y llevarlos a un túnel que los condujo a una pequeña cámara oscura donde ya había otro rehén, Omer Wenkert.

“Íbamos a quedarnos en el túnel a 20 o 30 metros bajo tierra, en esta tumba, para toda la eternidad”, dijo, recordando sus sentimientos ante la perspectiva.

Su celda era un estrecho tramo de túnel con paredes de hormigón, suelo arenoso, una puerta de hierro que bloqueaba la entrada, cuatro colchones en el suelo y un agujero para usar como retrete. El aire era denso y les costaba respirar.

“Nos trataban como animales. Ni siquiera a los animales se les mantiene en condiciones tan inhumanas, pero así es como nos trataron”, dijo.

PALIZAS Y TORTURA PSICOLÓGICA

Los guardias a veces les golpeaban. Otras veces los atormentaban diciéndoles a los cuatro hombres que tenían que elegir cuál de ellos recibiría un disparo de forma inminente.

Gilboa-Dalal y David siguen siendo rehenes en Gaza. Las imágenes que Hamás difundió de David en agosto, demacrado en su celda subterránea, causaron una conmoción generalizada en Israel y en el extranjero.

“Y realmente temo por sus vidas. Hay 20 rehenes vivos todavía en Gaza en manos de esos animales”, dijo Shoham.

Tal fue el primero en ser secuestrado por los milicianos.

Lo arrastraron a través de la ventana de una habitación segura, lo condujeron por el kibutz y lo metieron en el maletero de un coche que lo llevó a Gaza, gobernada por Hamás.

Tras más de un mes de cautiverio, se enteró de que su mujer y sus hijos habían sobrevivido al ataque, pero también habían sido secuestrados, junto con su suegra, la tía de su mujer y la hija de ésta. Su suegro, Avshalom, fue asesinado.

La esposa y los hijos de Shoham fueron liberados en el primer acuerdo con Hamás a finales de 2023. Él fue liberado en el segundo y último acuerdo, en febrero de 2025.

(Información de Angus McDowall y Michael Georgy; editado por William Maclean; editado en español por Patrycja Dobrowolska)

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