Por Will Dunham
WASHINGTON, 2 oct (Reuters) – Un nuevo análisis de los datos recogidos por la nave espacial Cassini de la NASA ha revelado más indicios de que Encélado, la luna de Saturno, podría albergar vida: se han identificado nuevas moléculas orgánicas complejas en los chorros de granos de hielo en forma de géiser que salen al espacio desde el océano subterráneo de este pequeño mundo helado.
Los investigadores reexaminaron con gran detalle los datos obtenidos cuando Cassini realizó su sobrevuelo más cercano a Encélado en 2008, incluso cuando voló directamente a través de penachos de granos de hielo y gases que brotaban de la superficie de la luna helada a través de fracturas cerca de su polo sur. De este modo, pudieron hacerse una idea más clara de la química del subsuelo lunar.
Además de confirmar la presencia de ciertas moléculas orgánicas, incluidos los precursores de los aminoácidos -los componentes básicos de las proteínas, las moléculas grandes y complejas esenciales para la vida- detectados previamente en los penachos, hallaron nuevas clases de moléculas orgánicas que no se habían visto antes.
“Hemos hallado varias categorías de moléculas orgánicas (es decir, que contienen principalmente carbono) que abarcan una amplia gama de estructuras y propiedades químicas”, afirma Nozair Khawaja, científico planetario de la Universidad Libre de Berlín y autor principal del estudio publicado esta semana en la revista Nature Astronomy.
Se trata del tipo de moléculas que podrían intervenir, en las circunstancias adecuadas, en los procesos que conducen a la formación de compuestos orgánicos más complejos que son componentes esenciales para la vida.
“Se cree que tales compuestos son intermediarios en la síntesis de moléculas más complejas, que podrían ser potencialmente relevantes desde el punto de vista biológico. Sin embargo, es importante señalar que estas moléculas también pueden formarse abióticamente sin ninguna interacción con la vida en la Tierra”, señaló Khawaja.
Encélado se considera uno de los lugares más intrigantes de nuestro sistema solar para buscar posible vida más allá de la Tierra.
Lleva el nombre de un gigante de la antigua mitología griega y es una de las lunas más internas del gigante gaseoso anillado Saturno, el segundo planeta más grande de nuestro sistema solar. Tiene un diámetro de 504 km y orbita alrededor de Saturno a una distancia aproximada de 238.000 km.
Los científicos creen que Encélado posee los ingredientes químicos necesarios para la vida y que tiene fuentes hidrotermales que liberan agua caliente y rica en minerales en su océano, el mismo tipo de entorno que podría haber dado origen a los primeros organismos vivos de la Tierra. Su océano se encuentra bajo una corteza de hielo de unos 20-30 km de espesor.
“En primer lugar, no hemos encontrado vida en Encélado ni hemos hallado biofirmas”, declaró Khawaja, refiriéndose a cualquier indicio de vida pasada o presente.
“Incluso si tales cosas existieran allí, dudo que las encontráramos en los datos de los instrumentos de Cassini, que eran tecnología de hace décadas. Sin embargo, tenemos pruebas convincentes de que las tres piedras angulares de la habitabilidad -agua líquida, una fuente de energía y elementos esenciales y orgánicos- existen en Encélado”, afirmó Khawaja.
Los investigadores realizaron un análisis químico exhaustivo de los granos de hielo muestreados directamente de la pluma durante el sobrevuelo de Cassini a una velocidad de unos 64.800 km por hora.
La Agencia Espacial Europea está planeando una futura misión para regresar a Encélado.
“Encélado es, y debe ser considerado, como el objetivo principal para explorar la habitabilidad y buscar si hay vida o no”, dijo Khawaja.
(Reportaje de Will Dunham,)