Por Joshua McElwee
CIUDAD DEL VATICANO, 2 oct (Reuters) – El papa León XIV impresionó inicialmente a los católicos conservadores tras su elección en mayo, ya que adoptó tradiciones rechazadas por su predecesor, el papa Francisco, y se mantuvo alejado de las cuestiones sociales candentes que dividían a una Iglesia con 1.400 millones de fieles.
Pero su luna de miel con los conservadores parece haber terminado después de que inesperadamente apuntó a las políticas de inmigración de línea dura del presidente estadounidense, Donald Trump, cuestionando si estaban en línea con las enseñanzas provida de la Iglesia.
“Alguien que dice que estoy en contra del aborto pero estoy de acuerdo con el trato inhumano a los inmigrantes en Estados Unidos, no sé si eso es provida”, dijo León XIV, el primer papa estadounidense, a periodistas el martes.
Algunos críticos, que habían elogiado al Santo Padre por su pronta reserva, expresaron su sorpresa por el hecho de que León XIV criticara al actual campeón de los conservadores mundiales.
El exobispo de Texas Joseph Strickland, un feroz crítico de Francisco que fue relevado de su cargo por el difunto papa pero que ha elogiado a León XIV, criticó al nuevo Sumo Pontífice en las redes sociales por causar “mucha confusión … con respecto a la santidad de la vida humana y la claridad moral de las enseñanzas de la Iglesia”.
“Estoy cansado de las entrevistas papales. Debería volver a su silencio anterior”, opinó el blog Rorate Caeli, que anteriormente había criticado a Francisco y elogiado a León.
El Gobierno de Trump, que criticó duramente a Francisco pero rara vez ha hecho comentarios sobre León XIV, también contraatacó.
La secretaria de prensa Karoline Leavitt dijo que rechazaba la caracterización de trato inhumano a los inmigrantes.
EL PAPA NO SE DEJA INTIMIDAR POR LAS CRÍTICAS
Funcionarios del Vaticano y colaboradores papales dijeron que León XIV se preocupa especialmente por el trato a los inmigrantes y es poco probable que se deje intimidar por las críticas.
Sin embargo, éstas podrían desviarle de su misión, expresada durante su misa inaugural, de trabajar por la unidad de una Iglesia global cada vez más dividida y polarizada en las últimas décadas.
Aunque León XIV tratará de evitar repetidos choques con los conservadores que podrían endurecer la oposición a su agenda, no renunciará a su propio conjunto de valores.
“¿Va a irritar a los conservadores estadounidenses en algún momento? Sí”, dijo Elise Allen, autora de una biografía del Santo Padre para Penguin Perú y la única periodista que ha entrevistado al Papa desde su elección.
“No debería sorprenderles que lo haga”, dijo a Reuters.
El cardenal Michael Czerny, uno de los principales asesores tanto de Francisco como de León XIV, dijo que el nuevo Papa estaba siguiendo una instrucción dada por San Pablo, un líder del cristianismo del siglo I: “Predicad la palabra, sed urgentes a tiempo y fuera de tiempo”.
“(León XIV) anima y desafía a cada Iglesia local y a cada cristiano, enfrentados a cuestiones complejas y urgentes, a vivir el Evangelio”, dijo el cardenal a Reuters.
León XIV era relativamente desconocido en la escena mundial antes de su elección en mayo. Pasó la mayor parte de su carrera como misionero en Perú, donde, según Allen, desarrolló el deseo de atender a los inmigrantes y defender las causas sociales.
“Entiende la prioridad de la cuestión del aborto, pero no va a ser alguien que diga que eso es mucho más importante que la inmigración”, comentó.
Francisco atrajo la ira de los católicos conservadores durante sus 12 años de papado. Desdeñó gran parte de la pompa del papado, reprimió repetidamente la misa tradicional en latín y permitió a los sacerdotes bendecir a parejas del mismo sexo caso por caso.
LEÓN XIV SE DIFERENCIA DE FRANCISCO
En las horas posteriores a su elección, León XIV se ganó los elogios de los conservadores al vestir en su primera aparición pública una prenda papal roja tradicional llamada mozzetta, que Francisco nunca llevó.
Desde entonces, León XIV ha mantenido reuniones privadas por separado con el cardenal estadounidense Raymond Burke y el cardenal guineano Robert Sarah, dos destacados críticos de Francisco que perdieron puestos en el Vaticano bajo el mandato del difunto Papa. Burke comparó una vez a la Iglesia bajo Francisco con “un barco sin timón”.
León XIV también permitió a Burke celebrar una misa en latín en la Basílica de San Pedro a finales de este mes, algo a lo que Francisco se había negado.
El nuevo Sumo Pontífice también atrajo algunas críticas conservadoras a principios de septiembre por dar una audiencia privada de alto perfil a un prominente sacerdote estadounidense que atiende a católicos LGBT.
David Gibson, un académico estadounidense que sigue el papado, dijo que los católicos conservadores se habían aferrado a los intentos de León XIV de fomentar la unidad como si estuviera respaldando toda su agenda.
“León XIV nunca iba a hacer eso”, dijo a Reuters Gibson, director del Centro de Religión y Cultura de la Universidad de Fordham. “Los dos papas son hombres diferentes, pero ambos hombres de tradición y de centro”.
(Reporte de Joshua McElwee; Editado en Español por Ricardo Figueroa)