Por Cassandra Garrison y Tom Polansek
CIUDAD DE MÉXICO, 29 sep (Reuters) -La industria cárnica de México está presionando contra las nuevas regulaciones gubernamentales sobre el movimiento de ganado mientras crece la tensión con Estados Unidos por un brote del gusano barrenador.
Restringir el movimiento de ganado del sur al norte del país “amenaza la viabilidad de un sector”, dijo la cámara mexicana de la carne AMEG en un comunicado publicado el viernes.
“Las recientes medidas que imponen mayores obstáculos a la movilidad de ganado ponen en riesgo la cadena de suministro del sector productor de carne”, dijo AMEG sin especificar qué medidas.
Agregó que el único método probado para erradicar el gusano barrenador, que infesta y puede matar al ganado si no se trata, era la liberación de moscas estériles para reducir la población de apareamiento en la naturaleza.
Un documento fechado el 19 de septiembre de la Secretaría de Agricultura de México y la agencia de sanidad Senasica, al que accedió Reuters y confirmado por un portavoz de Senasica, señaló que el medicamento antiparasitario ivermectina debe administrarse 72 horas antes del movimiento del ganado bajo la supervisión de personal de la Organización Regional Internacional de Sanidad Animal y Vegetal.
La secretaria de Agricultura de Estados Unidos, Brooke Rollins, culpó de un caso confirmado de gusano barrenador del ganado la semana pasada en el estado mexicano de Nuevo León, a menos de 113 kilómetros de la frontera común, al hecho de que México no haya frenado los movimientos de ganado y no haya atendido las trampas volantes que vigilan la población silvestre.
El documento mexicano en el que se detalla el nuevo requisito de uso de la ivermectina fue enviado a los profesionales del sector por el Gobierno a través de correo electrónico, según un funcionario de la industria mexicana que pidió no ser identificado. El requisito de ivermectina retrasaría sustancialmente el movimiento de ganado, dijo.
México ha luchado para contener el brote que se ha desplazado hacia el norte desde América Central. La plaga, que según las autoridades aún no ha cruzado la frontera estadounidense, supone un riesgo multimillonario para la industria cárnica del país. Desde mayo, el Gobierno estadounidense mantiene cerrada la mayor parte de su frontera a las importaciones de ganado mexicano.
Los productores ganaderos estadounidenses, incluido el grupo de la industria R-CALF USA, han pedido públicamente al Gobierno de su país que persuada a México para que detenga el movimiento de ganado hacia el norte y el tráfico ilegal de ganado procedente de otros países de América Latina.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, dijo la semana pasada que el país estaba trabajando en nuevas medidas que pronto serían anunciadas, pero afirmó que restringir el movimiento de ganado del sur al norte no era sencillo.
El Senasica dijo a Reuters el jueves que su sistema de atrapamoscas se revisa cada tres o cuatro días, frecuencia que se determinó conjuntamente con contrapartes estadounidenses, y que ha implementado un sistema de doble inspección en el punto de origen del ganado.
(Reporte de Cassandra Garrison en Ciudad de México y Tom Polansek en Chicago; Edición de Bill Berkrot. Edición en español de Raúl Cortés Fernández)