Por Dan Peleschuk
KIEV, 25 sep (Reuters) -Moldavia celebra este domingo unas elecciones parlamentarias de alto riesgo que podrían determinar el destino de su intento de adhesión a la Unión Europea, ante lo que las autoridades han descrito como una campaña subversiva rusa para influir en la votación y sabotear el esfuerzo.
El país, de 2,4 millones de habitantes, se ha enfrentado a múltiples crisis desde la invasión rusa de la vecina Ucrania en 2022 que han puesto a prueba al Gobierno proeuropeo, que considera que la adhesión al bloque de 27 miembros es fundamental para liberarse de la órbita de Moscú.
Los últimos sondeos apuntan que el Partido de Acción y Solidaridad (PAS), proeuropeo y actualmente en el Gobierno, podría tener dificultades para mantener su mayoría y tendría que buscar una coalición con otros partidos en el órgano legislativo de 101 escaños.
Las fuerzas de la oposición, como el Bloque Patriótico, prorruso, y la Alianza Alternativa, proeuropea, están cortejando a unos votantes preocupados por los altos precios, la lentitud de las reformas y el escepticismo ante el acercamiento a Europa.
Moscú niega haberse inmiscuido en los asuntos de Moldavia y afirma que Chisináu atiza el sentimiento antirruso con fines políticos.
UNA COALICIÓN PODRÍA OBSTACULIZAR LA INTEGRACIÓN EUROPEA
Cualquier coalición complicaría probablemente el impulso de la presidenta, Maia Sandu, para que Moldavia se adhiera a la UE en 2030, lo que requeriría una amplia labor legislativa. El referéndum de 2024 sobre la adhesión a la UE apenas superó la mayoría del 50%.
“Si tenemos una coalición, puedes olvidarte de una rápida integración europea, dadas las opciones de (…) socios”, dijo un exalto cargo, en declaraciones anónimas para dar una evaluación franca.
Bruselas ha apoyado abiertamente a Sandu y considera que una Moldavia proeuropea, que solicitó el ingreso en la UE en 2022 junto con Ucrania, es crucial para acabar con la influencia rusa en su flanco oriental.
En agosto, los dirigentes de Francia, Alemania y Polonia visitaron Chisináu para subrayar su apoyo a la candidatura del gobierno a la UE.
SANDU: “EL FUTURO EUROPEO ESTÁ EN PELIGRO”
Moldavia tiene una mayoría de habla rumana y una gran minoría de habla rusa, y el poder político ha alternado durante décadas entre grupos prorrusos y proeuropeos. Hay soldados rusos en una región separatista que se separó del control de Chisináu en una breve guerra a principios de la década de 1990.
Sandu ha descrito los comicios como los más importantes de la historia de Moldavia. El lunes se dirigió a la nación y dijo que Rusia estaba gastando cientos de millones de euros para influir en la votación y reclutando a cientos de personas para provocar desórdenes.
“Hoy, con la mayor seriedad, les digo: nuestra soberanía, independencia, integridad territorial y futuro europeo están en peligro”, dijo.
En las últimas semanas, la policía moldava ha intensificado las pesquisas sobre la financiación ilegal de partidos. El lunes, las fuerzas de seguridad detuvieron a 74 personas en redadas por presuntos intentos de Rusia de atizar los disturbios. Las autoridades afirmaron que los servicios de inteligencia rusos estaban formando a ciudadanos moldavos en Serbia en tácticas de protesta.
El codirigente del Bloque Patriótico, Igor Dodon, expresidente del país, dijo que algunos miembros de su alianza estaban en el punto de mira.
“El régimen criminal del PAS intenta intimidarnos, atemorizar al pueblo y silenciarnos”, dijo Dodon.
El mes pasado, el magnate fugitivo Ilan Shor, sancionado por Estados Unidos y la UE como presunto agente ruso, ofreció abiertamente a los moldavos pagos mensuales de 3.000 dólares para que se unieran a las protestas antigubernamentales.
(Información adicional de Alexander Tanas y Alexandru Fedas en Chisinau. Edición de Mike Collett-White y Peter Graff. Edición en español de María Bayarri Cárdenas)