Por Kanishka Singh
WASHINGTON, 25 sep (Reuters) -La Casa Blanca pidió el miércoles a las agencias federales estadounidenses que preparen planes para despidos masivos durante un posible cierre de la Administración la próxima semana, lo que supone un cambio radical con respecto a las suspensiones temporales de trabajadores que suelen producirse durante cierres anteriores.
La Oficina de Administración y Presupuesto (OMB, por sus siglas en inglés) de la Casa Blanca envió el miércoles el memorando a las agencias federales y les pidió que identificaran los programas, proyectos y actividades cuya financiación discrecional se extinguirá el 1 de octubre si el Congreso de EEUU no aprueba una ley para mantener abierto el Gobierno federal.
“Los programas que no se beneficiaron de una infusión de créditos obligatorios serán los más afectados por el cierre”, dijo la OMB en el memorando, que fue facilitado por la Casa Blanca.
No estaba claro de inmediato si la Casa Blanca estaba tratando de aprovechar el cierre para promover la presión del presidente Donald Trump para recortar la fuerza de trabajo federal, o si era una táctica de negociación de alto riesgo para obligar a los demócratas a aceptar aprobar la legislación de financiación de los republicanos.
A las agencias se les dijo que presentaran sus planes propuestos de reducción de personal a la OMB y que emitieran avisos a los empleados, incluso si de otro modo serían exceptuados o suspendidos durante un lapso en la financiación.
El memorando de la OMB fue publicado anteriormente por Politico.
Trump canceló el martes una reunión con los principales líderes demócratas del Congreso para discutir la financiación de la Administración, aumentando el riesgo de un cierre parcial a partir de la próxima semana. Tanto republicanos como demócratas se han culpado mutuamente del estancamiento.
Tras su toma de posesión en enero, Trump lanzó una campaña para reducir los 2,4 millones de empleados civiles federales, que según él están hinchados y son ineficientes.
Alrededor de 300.000 trabajadores civiles federales habrán dejado sus puestos de trabajo a finales de 2025, según dijo a Reuters en agosto el director de la Oficina de Gestión de Personal, Scott Kupor.
Alrededor de 154.000 de esos empleados aceptaron una gratificación por retiro voluntario y están programados para abandonar la nómina del Gobierno de EEUU el 30 de septiembre, el último día del año fiscal del Gobierno federal. Esa fecha es también el plazo para que Trump y el Congreso lleguen a un acuerdo sobre el gasto federal para evitar un cierre.
(Información de Kanishka Singh, Ismail Shakil y Courtney Rozen; edición de Jasper Ward, Ross Colvin y Christian Schmollinger; editado en español por Patrycja Dobrowolska)