BUENOS AIRES, 25 nov (Reuters) -La plaza financiera argentina retomaba sus negocios el martes con una esperada selectividad luego de dos feriados consecutivos, que frenaron la dinámica operativa en medio de urgencias a afrontar por parte del Tesoro nacional.
Los bancos no atendieron al público ni el viernes ni el lunes último, mientras que la bolsa porteña permaneció cerrada en el inicio de esta semana, una contracción que paralizó las transacciones cambiarias y de la deuda extrabursátil.
El índice accionario S&P Merval de la bolsa de Buenos Aires pasaba a ceder un 0,35% a las 1515 GMT, contra una caída del 3,12% luego que bancos internacionales desistieran de un megacrédito al Gobierno y previo al feriado nacional del lunes.
“Creemos que es probable que el Gobierno recupere el acceso a los mercados (internacionales) para finales del primer trimestre de 2026 si logra aprobar el presupuesto de 2026 junto con las reformas laborales y tributarias en el Congreso”, acotó BancTrust & Co.
La deuda soberana bajaba un 0,5% en promedio, en parte por los efectos de la larga inactividad desde la semana previa.
“El Gobierno tiene tres frentes en lo financiero y pareciera que hay una estrategia: debe cubrir vencimiento de deuda, está comprometido a sumar reservas para el banco central y está ante una mayor demanda de pesos por cuestiones típicas de estacionalidad”, señaló a Reuters un asesor corporativo de Bull Market Brokers.
“Se especula con que buscará una ‘repo’ (préstamo bancario) mayor al próximo vencimiento, la diferencia a pagar por deuda en enero se la vendería (en dólares) al banco central para que acumule reservas y, con los pesos recibidos, el Tesoro daría liquidez a las necesidades de la coyuntura económica”, agregó.
La atención de corto plazo está en la licitación del miércoles que afronta el Tesoro, siendo la última de noviembre con un menú de 10 instrumentos en pesos, ante vencimientos a renovar por 14,5 billones de pesos.
A su vez, el peso mayorista se depreciaba un 1,96% a 1.453,5 por dólar, lejos de las 1.508,48 unidades como punta vendedora de la banda de flotación divergente impuesta por el banco central (BCRA) para la fecha.
“Para cumplir la meta del FMI de reservas, el banco central debería comprar aproximadamente 13.000 millones de dólares hasta fin de año. Así, la política de comprar reservas cuando aumente la demanda de dinero tiene como beneficio no presionar al tipo de cambio e inflación, pero probablemente implique redefinir las metas de reservas”, afirmó Roberto Geretto, del grupo Adcap.
Las monedas latinoamericanas subían el martes en un entorno de mayor apetito por el riesgo debido a fuertes expectativas de que la Reserva Federal de Estados Unidos baje sus tasas de interés en su próxima reunión.
(Reporte de Jorge Otaola;colaboración de Hernán Nessi;Editado por Maximilian Heath y Lucila Sigal)










