Por Olivia Le Poidevin y Emma Farge
GINEBRA, 23 nov (Reuters) -Estados Unidos afirmó haber avanzado de manera significativa en la elaboración de un plan para poner fin a la guerra en Ucrania durante las conversaciones mantenidas el domingo, pero no se alcanzó ningún acuerdo sobre cómo garantizar la seguridad de Kiev en medio de la preocupación por la amenaza que representa Rusia.
El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, encabezó las conversaciones en Ginebra con una delegación ucraniana de alto nivel, después de que Kiev y sus aliados manifestaron su alarma ante el plan respaldado por Estados Unidos, por lo que consideran grandes concesiones a Rusia, y presionaron para que se introduzcan cambios.
Rubio dijo que queda trabajo por hacer en cuestiones como el papel de la OTAN y las garantías de seguridad para Ucrania, pero que su equipo redujo las cuestiones sin resolver en un plan de paz de 28 puntos para Ucrania defendido por el presidente Donald Trump.
“Y lo hemos logrado hoy de una manera muy sustancial”, dijo Rubio a los periodistas en la misión de Estados Unidos en Ginebra.
Anteriormente, Trump dijo que Ucrania no había agradecido los esfuerzos estadounidenses durante la guerra, lo que llevó a los funcionarios ucranianos a subrayar su gratitud al mandatario por su apoyo.
Funcionarios europeos se unieron a las delegaciones estadounidense y ucraniana en las conversaciones celebradas a última hora del domingo, tras elaborar una versión modificada del plan estadounidense para Ucrania que rechaza los límites propuestos a las fuerzas armadas de Kiev y las concesiones territoriales planteadas.
El plan europeo propone que se conceda a Ucrania un ejército más numeroso que en el plan estadounidense y que las conversaciones sobre el intercambio de territorios partan de la línea del frente, en lugar de una visión predeterminada de las zonas que deben considerarse rusas.
El viernes, Trump indicó que el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, tenía hasta el jueves para aprobar el plan, que pide a Ucrania que ceda territorio, acepte límites en su ejército y renuncie a sus ambiciones de unirse a la OTAN.
Para muchos ucranianos, incluidos los soldados que luchan en el frente, estas condiciones equivaldrían a una capitulación tras casi cuatro años de lucha en el conflicto más letal que vive Europa desde la Segunda Guerra Mundial. Trump dijo el sábado que su propuesta actual para poner fin a la guerra no es su oferta final.
Rubio afirmó que Estados Unidos aún necesita tiempo para abordar las cuestiones pendientes, pero espera que se pueda alcanzar un acuerdo para el jueves, aunque sugirió que también podría llevar más tiempo.
Funcionarios estadounidenses y ucranianos estaban discutiendo la posibilidad de que Zelenski viaje a Estados Unidos, tal vez esta misma semana, para discutir la iniciativa con, dijeron el domingo dos fuentes familiarizadas con el asunto.
La idea principal es que discutan los asuntos más sensibles del plan de paz, como la cuestión del territorio, dijo una de las fuentes. Por ahora no hay fecha confirmada, añadió la fuente.
ORIGEN CONTROVERTIDO
Las principales conversaciones entre funcionarios estadounidenses y ucranianos se iniciaron en un ambiente agrio en la misión de Washington, poco después de que Trump se quejó en su plataforma Truth Social de que Kiev mostró “cero gratitud” a Estados Unidos por sus esfuerzos y que Europa sigue comprando petróleo ruso.
Rubio interrumpió la reunión para hablar con la prensa e indicó que las reuniones fueron probablemente las mejores que Estados Unidos ha mantenido con Ucrania desde que Trump volvió al poder. Agregó que se harán cambios al plan para trabajar hacia una solución con la que tanto Kiev como Washington se sientan cómodos.
“Obviamente, esto tendrá que ser firmado en última instancia por nuestros presidentes, aunque me siento muy cómodo de que eso vaya a ocurrir dado el progreso que hemos hecho”, dijo Rubio.
Andriy Yermak, jefe de la delegación ucraniana, se esforzó en agradecer a Trump su compromiso con Kiev durante las breves declaraciones, antes de que él y Rubio volvieran a sus conversaciones. Minutos después, el propio Zelenski dio las gracias a Trump.
Yermak no reapareció con Rubio cuando terminaron las conversaciones.
Desde que se anunció el plan, ha habido una gran confusión sobre quién participó en su elaboración. Los aliados europeos aseguraron que no fueron consultados.
Antes de viajar a Ginebra, Rubio insistió en la red social X en que Washington es el autor del plan, tras los comentarios de algunos senadores estadounidenses que sugirieron lo contrario. El senador Angus King dijo que Rubio les afirmó que el plan no era la posición de la administración, sino “esencialmente la lista de deseos de los rusos”.
MOMENTO PELIGROSO
El borrador del plan estadounidense, que incluye muchas de las principales demandas de Rusia y sólo ofrece vagas promesas a Ucrania de “sólidas garantías de seguridad”, llega en un momento peligroso para Kiev.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, declaró el domingo que las fronteras de Ucrania no pueden modificarse por la fuerza, que su ejército no puede quedar expuesto a ataques y que la Unión Europea debe desempeñar un papel central en un acuerdo de paz.
Rusia ha ido avanzando en el frente, aunque de forma lenta y extremadamente costosa en términos de vidas perdidas, según funcionarios occidentales y ucranianos.
El centro de transporte de Pokrovsk fue parcialmente tomado por las fuerzas rusas y los mandos ucranianos afirman que no disponen de suficientes soldados para impedir pequeñas incursiones persistentes.
Las instalaciones ucranianas de electricidad y gas han sido bombardeadas por ataques de drones y misiles, lo que significa que millones de personas carecen de agua, calefacción y luz durante horas cada día.
El propio Zelenski se ha visto sometido a presiones internas tras estallar un gran escándalo de corrupción que salpicó a algunos de sus ministros y a personas de su entorno más cercano. Ha advertido de que Ucrania corre el riesgo de perder su dignidad y libertad -o el respaldo de Washington- a causa del plan estadounidense.
Kiev se había animado en las últimas semanas después de que Estados Unidos endureció las sanciones al sector petrolero ruso, principal fuente de financiación de la guerra, mientras que sus propios ataques con drones y misiles de largo alcance han causado daños considerables a la industria.
No obstante, el borrador del plan parece devolver la ventaja diplomática a Moscú. Ucrania depende en gran medida de la inteligencia y las armas estadounidenses para mantener su guerra contra Rusia.
(Reporte adicional de Andreas Rinke y Julia Payne en Johannesburgo, Anastasiia Malenko, Pavel Polityuk y Tom Balmforth en Kiev, Jan Strupczewski y Andrew Gray en Bruselas, Miranda Murray en Berlín, Humeyra Pamuk, Timothy Gardner y Andrea Shalal en Washington e Ismail Shakil en Ottawa; editado en español por Carlos Serrano)










