Por Phil Stewart y Idrees Ali
22 nov (Reuters) -Estados Unidos está listo para lanzar una nueva fase de operaciones relacionadas con Venezuela en los próximos días, dijeron a Reuters cuatro funcionarios estadounidenses, a medida que la administración Trump aumenta la presión sobre el Gobierno del presidente Nicolás Maduro.
Reuters no pudo establecer el momento exacto o el alcance de las nuevas operaciones, ni si el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, había tomado una decisión final para actuar. Los informes de acciones inminentes han proliferado en las últimas semanas a medida que el ejército estadounidense ha desplegado fuerzas en el Caribe en medio del empeoramiento de las relaciones con Venezuela.
Dos de los funcionarios dijeron que es probable que las operaciones encubiertas sean la primera parte de la nueva acción contra Maduro. Los cuatro funcionarios citados en este artículo hablaron bajo condición de anonimato debido a lo delicado de la inminente acción.
El Pentágono remitió las preguntas a la Casa Blanca. La CIA declinó hacer comentarios.
Un alto funcionario gubernamental no descartó el sábado nada en relación con Venezuela.
“El presidente Trump está preparado para usar todos los elementos del poder estadounidense para detener la inundación de drogas en nuestro país y llevar a los responsables ante la justicia”, dijo el funcionario, que pidió mantenerse en el anonimato.
El Ministerio de Comunicaciones de Venezuela no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.
La administración Trump ha estado sopesando opciones relacionadas con Venezuela para combatir lo que ha retratado como el papel de Maduro en el suministro de drogas ilegales que han matado a estadounidenses. Maduro ha negado tener vínculos con el tráfico ilegal de drogas.
Dos funcionarios estadounidenses dijeron a Reuters que las opciones bajo consideración incluían intentar derrocar a Maduro.
Maduro, en el poder desde 2013, sostiene que Trump busca derrocarlo y que los ciudadanos venezolanos y los militares resistirán cualquier intento de ese tipo. También calificó las acciones de Estados Unidos como un intento de hacerse con el control del petróleo venezolano.
Desde hace meses se está llevando a cabo una concentración militar en el Caribe, y Trump ha autorizado operaciones encubiertas de la CIA en Venezuela. La Administración Federal de Aviación de Estados Unidos advirtió el viernes a las principales aerolíneas de una “situación potencialmente peligrosa” al sobrevolar Venezuela y les pidió precaución.
Tres aerolíneas internacionales cancelaron el sábado vuelos con salida desde Venezuela tras la advertencia de la FAA.
Estados Unidos planea designar el lunes al Cartel de los Soles como una organización terrorista extranjera por su presunto papel en la importación de drogas ilegales a Estados Unidos, dijeron funcionarios. La administración Trump acusa a Maduro de liderar el cartel, algo que niega.
“NUEVAS OPCIONES”
Washington duplicó en agosto a 50 millones de dólares su recompensa por información que conduzca al arresto de Maduro. No obstante, el secretario de Defensa estadounidense, Pete Hegseth, dijo la semana pasada que la designación terrorista “trae un montón de nuevas opciones para Estados Unidos”.
Trump ha dicho que la próxima designación permitiría golpear a los activos y la infraestructura de Maduro en Venezuela, pero también se mostró dispuesto a buscar potenciales conversaciones con la esperanza de una solución diplomática.
Maduro dijo esta semana que las diferencias entre los países deben resolverse a través de la diplomacia y que está dispuesto a mantener conversaciones cara a cara con cualquier persona interesada.
Dos funcionarios estadounidenses reconocieron conversaciones entre Caracas y Washington. No quedó claro si esas conversaciones podrían afectar al calendario o a la escala de las posibles operaciones estadounidenses.
El portaaviones más grande de la Armada estadounidense, el Gerald R. Ford, llegó al Caribe el 16 de noviembre con su grupo de ataque, uniéndose a al menos otros siete buques de guerra, un submarino nuclear y aviones F-35.
Hasta ahora, las fuerzas estadounidenses en la región se han centrado en operaciones antinarcóticos, pese a que la potencia de fuego reunida supera con creces todo lo necesario para ellas. Desde septiembre, las tropas estadounidenses han llevado a cabo al menos 21 ataques contra presuntas embarcaciones de narcotraficantes, en los que han muerto al menos 83 personas, la mayoría en el Caribe, aunque también se ha atacado a buques en el Océano Pacífico.
Grupos de derechos humanos han condenado los ataques como ejecuciones extrajudiciales ilegales de civiles, y algunos aliados de Estados Unidos han expresado su creciente preocupación de que Washington pueda estar violando el derecho internacional.
La administración Trump ha dicho durante meses que los ataques a los barcos están destinados a frenar un tráfico de drogas que, según dice, mata a millones de estadounidenses. Sin embargo, la mayoría de las muertes por sobredosis de drogas en Estados Unidos son causadas por el fentanilo, que se fabrica en gran parte en México.
Los narcotraficantes mueven parte de la cocaína a través del Caribe, según las organizaciones internacionales, pero gran parte del suministro para Norteamérica se mueve por el Pacífico.
El ejército de Estados Unidos empequeñece al de Venezuela, debilitado por la falta de formación, los bajos salarios y el deterioro de los equipos.
Esa realidad llevó al Gobierno de Maduro a considerar estrategias alternativas en caso de una invasión estadounidense, incluyendo posiblemente una respuesta al estilo guerrillero, que el gobierno ha denominado “resistencia prolongada” y ha mencionado en transmisiones de la televisión estatal.
Este enfoque implicaría pequeñas unidades militares en más de 280 localidades llevando a cabo actos de sabotaje y otras tácticas de guerrilla, informó Reuters, citando fuentes y documentos de planificación de hace años.
(Reporte adicional de Julia Symmes Cobb y Andrea Shalal; editado en español por Carlos Serrano)










