Por Lucia Mutikani
WASHINGTON, 21 nov (Reuters) -La actividad de las fábricas estadounidenses se ralentizó en noviembre a su nivel más bajo en cuatro meses, ya que el aumento de los precios debido a los aranceles sobre las importaciones frenó la demanda, lo que provocó una acumulación de bienes sin vender que podría obstaculizar el crecimiento de la economía en general.
S&P Global dijo el viernes que su PMI manufacturero de Estados Unidos cayó a 51,9 este mes desde 52,5 en octubre. Una lectura por encima de 50 indica crecimiento en el sector manufacturero, que representa el 10,2% de la economía.
El presidente Donald Trump ha defendido sus aranceles generalizados como necesarios para ayudar a reactivar el sector manufacturero.
Los economistas encuestados por Reuters habían previsto que el PMI manufacturero se situara en 52,0. La medida de la encuesta de nuevos pedidos recibidos por las fábricas cayó a 51,3 desde 54,0 en octubre, mientras que el inventario fue el más alto en la historia de la encuesta.
“Los fabricantes comunicaron una preocupante combinación de ralentización del crecimiento de los nuevos pedidos y un aumento récord de las existencias de productos terminados”, declaró Chris Williamson, economista jefe de S&P Global Market Intelligence.
“Esta acumulación de inventarios sin vender apunta a una menor expansión de la producción fabril en los próximos meses, a menos que se reactive la demanda, lo que a su vez podría repercutir en un menor crecimiento de muchas industrias de servicios”.
Aún no ha habido repercusiones, ya que la actividad empresarial ha vuelto a repuntar este mes. El índice compuesto de producción PMI de Estados Unidos, que recoge los sectores manufacturero y de servicios, aumentó hasta 54,8 desde 54,6 en octubre.
Las empresas de servicios compensaron la ralentización del sector manufacturero, y el PMI subió a 55,0 desde 54,8 en octubre. La medición de los nuevos pedidos recibidos por las empresas aumentó hasta 55,0 desde 53,6 el mes pasado.
MEJORA DE CONFIANZA EMPRESARIAL
S&P Global observó una notable mejora de la confianza de cara al año que viene, que atribuyó a las expectativas de más recortes de las tasas de interés, al final de un cierre del gobierno de 43 días, así como a la “menor preocupación por el entorno político y a las esperanzas de un mayor apoyo político a las empresas”.
La encuesta se realizó del 12 al 20 de noviembre. Los demócratas arrasaron el 4 de noviembre en las primeras elecciones importantes desde que Trump recuperó la presidencia.
Parece probable que la inflación se mantenga elevada, lo que podría reducir las posibilidades del recorte de tasas que anticipaban las empresas.
Una medida de los precios solicitados por las empresas aumentó a 56,0 desde 54,7 en octubre. El indicador de los precios pagados por los insumos subió a 63,1 desde 60,0 en el mes anterior.
Desde que la Reserva Federal recortó los tipos en octubre, muchos funcionarios del banco central se han mostrado reticentes a nuevas reducciones de los costos de financiación este año, cuando la inflación sigue por encima del objetivo del 2% fijado por la entidad.
La encuesta tampoco sugiere un deterioro del mercado laboral, a pesar de que la tasa de desempleo alcanzó en septiembre el 4,4%, el nivel más alto en cuatro años. El indicador del empleo en el sector privado bajó a 51,0 desde 51,3 de octubre.
“Aunque en noviembre se siguieron creando puestos de trabajo, el ritmo de contratación sigue viéndose limitado por la preocupación por los costos, a su vez relacionados con los aranceles”, declaró Williamson.
(Reportaje de Lucia Mutikani; Editado en español por Juana Casas)











