Por Maria Martinez
BERLÍN, 6 nov (Reuters) -La economía alemana se estancará este año, tras dos años de contracción, y se prevé un tibio crecimiento del 0,7% en 2026, según anunció el jueves la Cámara de Comercio Alemana (DIHK, por sus siglas en alemán).
Sus previsiones eran más pesimistas que las del Gobierno, que prevé un 0,2% este año y un 1,3% el próximo.
El canciller alemán, Friedrich Merz, asumió el cargo en mayo con la promesa de reactivar el crecimiento en la mayor economía de Europa, que ha estado luchando contra los altos costes de la energía, la débil demanda mundial, los reajustes medioambientales y la creciente competencia de China.
Sin embargo, el esperado punto de inflexión no se ha materializado y la economía sigue haciendo aguas, según DIHK.
“La situación no ha mejorado durante los meses de verano; al contrario, el clima ha vuelto a deteriorarse ligeramente”, dijo Helena Melnikov, directora general de la DIHK, en la presentación de las previsiones en Berlín.
Solo el 15% de las empresas espera una mejora de la situación económica en los próximos doce meses, mientras que una de cada cuatro prevé un deterioro, según una encuesta del DIHK a 23.000 empresas.
“El Gobierno ha identificado los problemas adecuados, pero aún no ha desarrollado la solución necesaria”, dijo Melnikov.
INVERSIÓN EN SUSPENSO
Las empresas se muestran cada vez más prudentes: solo una de cada cinco prevé aumentar la inversión, mientras que una de cada tres tiene intención de recortarla.
“Cinco años después del inicio de la pandemia, la inversión empresarial sigue estando en torno a un 10% por debajo de los niveles anteriores a la crisis”, afirmó Melnikov. “Dado que el 85% de la inversión anual en Alemania procede del sector privado, es una señal de alarma”.
Las perspectivas de empleo también se están deteriorando: una de cada cuatro empresas tiene previsto recortar puestos de trabajo, mientras que el 11% pretende aumentar su plantilla. Un 56%, una cifra récord, calificó los costes laborales como uno de sus mayores riesgos empresariales.
“El aumento de las cotizaciones sociales y la reciente subida del salario mínimo están teniendo un impacto notable, especialmente en sectores con gran intensidad de mano de obra, como la hostelería”, afirmó Melnikov.
El 58% de las empresas encuestadas consideraba la debilidad de la demanda interna una carga importante y el 57% calificaba el entorno de la política económica como un riesgo empresarial, según la encuesta.
(Información de Maria Martinez; edición de Andrew Cawthorne; edición en español de María Bayarri Cárdenas)










