Por Howard Schneider
WASHINGTON, 29 oct (Reuters) -Una Reserva Federal estadounidense dividida recortó las tasas de interés un cuarto de punto porcentual el miércoles y anunció que reanudará las compras limitadas de valores del Tesoro, después de que los mercados monetarios dieron señales de que la liquidez escaseaba, una situación que el banco central estadounidense se ha comprometido a evitar.
El recorte de tasas, que incluyó un guiño a las limitaciones de datos a las que se enfrenta el banco central durante el actual cierre parcial del Gobierno federal, suscitó la disidencia de dos responsables de política monetaria.
El gobernador Stephen Miran volvió a pedir una mayor reducción de los costos de endeudamiento y el presidente de la Fed de Kansas City, Jeffrey Schmid, se mostró partidario de no realizar ningún recorte dada la actual inflación.
A partir del 1 de diciembre, la decisión sobre el balance mantendrá estable el importe total de los activos de la Reserva Federal mes a mes, pero modificará su cartera reinvirtiendo el producto de los valores respaldados por hipotecas que vayan venciendo en letras del Tesoro.
Los inversores esperaban que la decisión de 10-2 de bajar la tasa de interés oficial a un rango de entre el 3,75% y el 4% sirva a la Reserva Federal para moderar el descenso de un mercado laboral que, según los responsables de política monetaria, podría estar perdiendo fuerza.
“En las discusiones del comité en esta reunión, hubo opiniones muy divergentes sobre cómo proceder en diciembre”, dijo Powell. “Una nueva reducción de la tasa de política monetaria en la reunión de diciembre no es una conclusión inevitable. Lejos de eso, la política monetaria no tiene un rumbo preestablecido”, agregó.
Los mercados bursátiles retrocedieron tras los comentarios de Powell sobre las perspectivas de la política monetaria, ya que los operadores y los inversores recortaron las apuestas existentes a favor de más recortes de tasas.
Los responsables monetarios de la Fed reconocieron los límites en su proceso de toma de decisiones planteados por el cierre parcial del Gobierno.
La inflación no ha subido con tanta fuerza como se esperaba inicialmente por los nuevos impuestos a la importación del gobierno de Donald Trump, pero ha pasado de alrededor del 2,3% en abril a cerca del 2,7% en agosto, según la última estimación oficial publicada para el Índice de Precios de Gastos de Consumo Personal (PCE) antes del cierre.
La Fed utiliza el PCE para fijar su objetivo de inflación del 2%, y en las proyecciones publicadas en septiembre los responsables de política monetaria esperaban que subiera al 3% a finales de este año.
Esperan que ese aumento de los precios se suavice con el tiempo, mientras crece su preocupación por la debilidad del mercado laboral.
“Los riesgos a la baja para el empleo han aumentado en los últimos meses”, dijo la Fed en su nuevo comunicado de política monetaria.
Las discrepancias de Miran y Schmid son la tercera vez desde 1990 que las autoridades discrepan a favor de una política monetaria más laxa y más restrictiva en la misma reunión.
(Reporte de Howard Schneider; edición en español de Javier López de Lérida)












