Por Vivian Sequera y Deisy Buitrago
CARACAS, 27 oct (Reuters) -El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció el lunes la suspensión “inmediata” de un amplio acuerdo energético con Trinidad y Tobago, incluidos los proyectos de gas.
La vicepresidenta ejecutiva y ministra de Hidrocarburos, Delcy Rodríguez, dijo más temprano que solicitaría al mandatario venezolano la suspensión del acuerdo de cooperación en virtud de la “actitud hostil” hacia el país miembro de la OPEP por parte de la primera ministra de Trinidad y Tobago, Kamla Persad-Bissessar.
“Ante la amenaza de la primera ministra de convertir a Trinidad en el portaaviones del imperio estadounidense contra Venezuela (…) he aprobado la medida cautelar de suspensión inmediata de todos los efectos del acuerdo energético y de todo lo convenido de esa materia”, dijo Maduro en su programa de televisión semanal.
El presidente dijo que recibió la propuesta del ministerio de Petróleo y de la junta directiva de la estatal petrolera PDVSA.
“Es una medida cautelar a la cual tengo potestad como presidente y he aprobado y he firmado. Suspendido todo”, agregó.
Maduro agregó que la medida será elevada al Consejo de Estado, al Tribunal Supremo de Justicia y a la Asamblea Nacional para que presenten las respectivas recomendaciones y así profundizar en el asunto.
Más temprano, la primera ministra de Trinidad y Tobago, Kamla Persad-Bissessar, afirmó que su país no necesitaba el gas de Venezuela.
“Tenemos planes para impulsar el crecimiento de nuestra economía, tanto en el sector energético como en el no energético”, declaró Persad-Bissessar el lunes al periódico Trinidad and Tobago Newsday.
A principios de este mes, Trinidad recibió una licencia de Estados Unidos para desarrollar el emblemático proyecto de gas natural Dragón con Venezuela, país sancionado por Estados Unidos, luego de una reunión entre el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, y la primera ministra de Trinidad y Tobago.
Dragón, que prevé ser desarrollado por Shell y la Compañía Nacional de Gas de Trinidad, ha enfrentado un prolongado retraso debido a los frecuentes cambios en la política estadounidense desde que Washington impuso sanciones energéticas a Venezuela en 2019.
El Gobierno anterior de Trinidad avanzó en la planificación de ese y otros proyectos gasíferos conjuntos, pero el presidente venezolano no ha considerado a la administración de la primera ministra Persad-Bissessar como un aliado.
El domingo, un buque de guerra estadounidense atracó en la capital de Trinidad y Tobago, dos días después de que Estados Unidos anunciara el despliegue del grupo de portaaviones Gerald Ford en Latinoamérica.
El ejército estadounidense ha llevado a cabo varios ataques contra supuestos buques con narcotráfico, principalmente en el Caribe, desde principios de septiembre, en los que han muerto unas 40 personas. Si bien el Pentágono no ha proporcionado mucha información, ha afirmado que algunos de los fallecidos eran venezolanos.
Shell también está desarrollando su proyecto de gas Manatee, que cruza la frontera con Venezuela, pero recibió permiso del Gobierno de Maduro para desarrollarlo de forma independiente en el lado de Trinidad. No quedó claro de inmediato si ese proyecto también podría estar en riesgo.
(Reporte de Vivian Sequera y Deisy Buitrago en Caracas, y Marianna Párraga y Curtis Williams en Houston)












