Por Rodrigo Campos y Libby George
NUEVA YORK/LONDRES, 28 oct (Reuters) -Los inversores apuestan fuertemente por la Argentina de Javier Milei y esperan que el presidente liberal transforme la reestructuración electoral de su partido en reformas laborales y fiscales radicales que podrían desbloquear miles de millones de dólares en inversión extranjera.
La decisiva victoria del partido de Milei en las elecciones intermedias ha aumentado la perspectiva de un cambio estructural a una escala que Argentina no ha visto en décadas.
Tras reconocer la necesidad de tender puentes dentro de la legislatura, Milei afirmó el domingo en su discurso de victoria que el grupo de legisladores recién elegidos sería “el Congreso más reformista de la historia argentina”.
La combinación del mandato fortalecido de Milei y el apoyo explícito de Estados Unidos —de hasta 40.000 millones de dólares— está atrayendo a los inversores a considerar una exposición a largo plazo a los activos argentinos, a pesar del historial de fluctuaciones políticas del país.
“El impulso está totalmente a su favor, y está en una posición más sólida que nunca para impulsar reformas en el Congreso”, declaró a Reuters Gustavo Medeiros, jefe de investigación de Ashmore Group.
“El gran problema es que cada dos años (por elecciones) se tiene una pistola en la cabeza que preocupa a la gente: el gran cambio en la dinámica política, un gran cambio en las políticas económicas”, dijo Medeiros, añadiendo que la decisiva victoria de Milei, y su decidido impulso para completar las reformas que inició, podrían romper el ciclo definitivamente.
La inversión extranjera directa se ha visto frenada por un panorama político impredecible y rápidos ciclos de auge y caída, generalmente vinculados a las elecciones o al ciclo de las materias primas agrícolas.
La victoria de mitad de mandato del domingo le ha dado al Gobierno de Milei una influencia política que Argentina rara vez ha visto, ya que los inversores no se preguntan si las reformas se implementarán, sino qué tan lejos y con qué rapidez.
Un sistema tributario más simple, leyes laborales más flexibles y menores costos de las pensiones podrían reducir las antiguas barreras a la competitividad de Argentina.
Para las empresas que evalúan inversiones de capital en minería, energía y tecnología, la capacidad de planificar con años de antelación marcaría una ruptura decisiva con el pasado.
Recientemente, OpenAI prometió una inversión de hasta 25.000 millones de dólares para un proyecto de centro de datos y Chevron Corp reiteró su compromiso de inversión en la formación de esquisto de Vaca Muerta.
La Corporación Financiera Internacional para el Desarrollo de Estados Unidos anunció recientemente que estaba considerando inversiones estratégicas en diversas industrias, incluyendo minerales críticos e infraestructura.
“Los proyectos mineros de cobre, litio y tierras raras tardan una década en concretarse”, declaró Graham Stock, estratega senior de deuda soberana de RBC Global Asset Management, en una entrevista. “Se necesita un horizonte temporal de más de dos años para asumir ese compromiso. Y ahora existe una probabilidad razonable de que lo tengamos”.
Shamaila Khan, directora de renta fija para mercados emergentes y Asia Pacífico de UBS, también afirmó que Argentina podría consolidarse como un “destino para inversiones a largo plazo” si Milei logra aprobar reformas y construir las coaliciones necesarias.
LA CUESTIÓN DEL PESO
Uno de los mayores factores de riesgo que pesan sobre los mercados financieros argentinos sigue siendo su moneda, que muchos economistas consideran sobrevaluada. En el contexto de una línea de swap estadounidense de 20.000 millones de dólares y un apoyo similar por parte de China durante años, la moneda se ha mantenido bajo presión.
El repunte inicial postelectoral fortaleció el tipo de cambio interbancario un 13%, hasta 1.320 por dólar, pero cerró la sesión del lunes en 1.430, un 4% más alto, tras cerrar la semana pasada en 1.491,5 por dólar.
Muchos inversores ven margen para un tipo de cambio más flexible, o incluso para que la banda de flotación actual se mantenga, impulsada por nuevas entradas de capital. Otros preferirían una moneda más débil, especialmente para apoyar a los exportadores.
“El riesgo clave es que la administración Milei se apegue al régimen cambiario actual”, declaró la economista de mercados emergentes Kimberley Sperrfechter de Capital Economics en una nota.
“Eso dejaría al peso gravemente desalineado, provocaría un mayor deterioro de la posición de la cuenta corriente y complicaría los esfuerzos del banco central por acumular reservas de divisas”, acotó.
Las reservas brutas de divisas del país austral rondan los 40.000 millones de dólares, mientras que las reservas netas, que incluyen ciertos pasivos en moneda extranjera, se encuentran en números rojos.
La victoria legislativa de Milei, si bien impresionante, no será un punto de inflexión a menos que logre generar la estabilidad duradera necesaria para que los vastos recursos de Argentina (agrícolas, energéticos y minerales) atraigan un flujo constante de inversión extranjera, según los analistas.
“Argentina tiene un potencial enorme, pero para atraer inversión extranjera directa, el tipo de inversión que toma decisiones a muy largo plazo, ese nivel de confianza solo se puede construir con el tiempo”, declaró Gorky Urquieta, gestor de cartera senior y codirector global de deuda de mercados emergentes de Neuberger Berman, en un correo electrónico a Reuters.
“Es un punto de partida muy optimista, pero aún queda mucho camino por recorrer”, finalizó.
(Reporte de Rodrigo Campos en Nueva York y Libby George en Londres;Colaboración de Karin Strohecker;Traducido por Walter Bianchi;Editado por Jorge Otaola)










