ISLAMABAD, 27 oct (Reuters) -Las autoridades de Afganistán y Pakistán se reunirán el lunes en Estambul para un tercer día de conversaciones tras fracasar en su intento de lograr una paz duradera, según tres fuentes cercanas, mientras el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reiteraba su oferta de mediar.
Los vecinos del sur de Asia acordaron un alto el fuego en Doha el 19 de octubre, tras días de enfrentamientos fronterizos en los que murieron decenas de personas, en el peor episodio de violencia de este tipo desde que los talibanes tomaron el poder en Kabul en 2021.
La actual segunda ronda de conversaciones de paz, con la mediación de Turquía, tiene como objetivo lograr una tregua a largo plazo, pero ambas partes han ofrecido interpretaciones marcadamente diferentes de las conversaciones.
Dos fuentes de seguridad pakistaníes acusaron a los talibanes afganos de no cooperar con el proceso de diálogo.
“La delegación pakistaní ha dejado claro que no es posible llegar a ningún compromiso sobre nuestras principales exigencias relativas al terrorismo transfronterizo”, dijo una de las fuentes.
Un delegado talibán en las conversaciones tachó de “falsa” la insinuación de que el grupo islamista estaba frenando las conversaciones, y añadió que las discusiones seguían su curso.
“En general, la reunión está yendo bien y hemos discutido múltiples temas en un ambiente amistoso”, dijo la persona.
Las fuentes hablaron bajo condición de anonimato, ya que no estaban autorizadas a hablar públicamente sobre el tema.
En declaraciones el lunes a la emisora estatal RTA, el portavoz talibán Zabihullah Mujahid dijo: “El Emirato Islámico de Afganistán apoya el diálogo y cree que los problemas y las cuestiones pueden resolverse mediante el diálogo”.
Un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Pakistán declinó hacer comentarios sobre el estado actual de las conversaciones.
El sábado, el ministro de Defensa de Pakistán dijo que creía que Afganistán quería la paz, pero que no llegar a un acuerdo en las conversaciones de Estambul significaría una “guerra abierta”.
A última hora del domingo, Trump reiteró su oferta de ayudar a poner fin al conflicto.
“Lo resolveré muy rápidamente, conozco a ambos”, dijo en Kuala Lumpur, capital de Malasia, al margen de una cumbre regional.
“No tengo ninguna duda de que vamos a conseguirlo rápidamente”.
Los enfrentamientos comenzaron tras el ataque aéreo de Pakistán este mes sobre Kabul, la capital afgana, dirigido contra el jefe de los talibanes pakistaníes, un grupo miliciano separado de los talibanes que gobiernan Afganistán.
Los talibanes respondieron con ataques contra puestos militares pakistaníes a lo largo de los 2.600 kilómetros de frontera.
Pakistán acusa a los talibanes de permitir que los talibanes pakistaníes operen con impunidad dentro de Afganistán, desde donde lanzan ataques contra las fuerzas de seguridad pakistaníes. Kabul lo niega.
En los enfrentamientos entre Pakistán y los talibanes pakistaníes del fin de semana murieron cinco soldados pakistaníes y 25 militantes cerca de la frontera con Afganistán, según informó el ejército el domingo.
(Información de Asif Shahzad en Islamabad, Mushtaq Ali en Peshawar y Sayed Hassib en Kabul; redacción de Alasdair Pal; edición de Clarence Fernandez; editado en español por Patrycja Dobrowolska)










