Por Kate Abnett y Bart H. Meijer y Miranda Murray
BRUSELAS, 24 oct (Reuters) -Los líderes de la Unión Europea acordaron el jueves que el bloque avanzara en el establecimiento de un objetivo de emisiones para 2040, algo que se apresura a hacer antes de las negociaciones mundiales sobre el clima que se celebrarán el mes que viene en la ONU, a pesar del creciente rechazo a las medidas ecológicas por parte de algunos Estados miembros.
La UE intenta aprobar un nuevo objetivo de reducción de las emisiones netas de gases de efecto invernadero en un 90% para 2040 con el fin de que el bloque se encamine hacia las emisiones netas cero en 2050, lo que los científicos consideran un paso esencial para evitar los peores efectos del calentamiento global.
El objetivo de 2040 pretende mantener a la UE en la senda entre su actual compromiso jurídicamente vinculante de reducir las emisiones un 55% para 2030 y el objetivo de 2050.
Los líderes de los Estados de la UE acordaron el jueves seguir adelante con el objetivo de 2040, pero dejan los detalles para una reunión en la que los ministros los aprobarán el 4 de noviembre. Se trata de una tarea ardua, ya que los líderes no resolvieron puntos conflictivos clave, como qué parte del objetivo de reducción del 90% de las emisiones pueden cumplir los países comprando créditos de carbono en el extranjero.
“Ninguno de nosotros cuestiona el objetivo de la protección del clima. Todos somos de la opinión de que debemos combinarlo con la competitividad de la industria europea”, dijo el canciller alemán, Friedrich Merz.
Los dirigentes acordaron imponer algunas condiciones al objetivo, lo que refleja la preocupación de algunas capitales por cómo financiar la transición hacia una economía baja en carbono junto a prioridades como la defensa frente a la agresión rusa y la revitalización de las empresas.
En su comunicado conjunto, los líderes de la UE afirmaron que el objetivo de 2040 debe incluir una “cláusula de revisión” que permita debilitarlo en el futuro.
Países como Polonia han argumentado que es necesaria en caso de que las tecnologías verdes no se desarrollen según lo previsto o de que las condiciones económicas dificulten las inversiones necesarias para alcanzar el objetivo climático.
Los países occidentales y septentrionales más ricos —cuya adopción de vehículos eléctricos y energías renovables ha superado a la de los Estados más pobres de la UE— se muestran más confiados. Sin embargo, también quieren objetivos más flexibles, lo que refleja preocupaciones de que sus bosques no puedan absorber las emisiones de CO2 debido, entre otras cosas, a los incendios.
Los dirigentes también demandaron que, si los bosques no absorben las emisiones de CO2, no se obligue a otros sectores a reducir sus emisiones más rápidamente para cumplir el objetivo de 2040.
LAS CONVERSACIONES SE CENTRARÁN EN LA FINANCIACIÓN Y LA FLEXIBILIDAD
El mes pasado, la UE incumplió un plazo de la ONU para aprobar su objetivo climático, y se apresura a aprobarlo antes de que los mandatarios mundiales se reúnan en la cumbre del clima COP30 los días 6 y 7 de noviembre.
A pesar del empeoramiento de las condiciones meteorológicas extremas en todo el mundo, los ambiciosos esfuerzos para luchar contra el cambio climático flaquean. En Estados Unidos, el presidente Donald Trump ha desmantelado las medidas de reducción de emisiones.
Los jefes de Gobierno de la UE centraron sus conversaciones en las llamadas “condiciones favorables” —financiación y políticas de apoyo— necesarias para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, al tiempo que se evitan facturas energéticas más elevadas para los ciudadanos y se apoya a las empresas que se enfrentan a las importaciones baratas chinas y a los aranceles estadounidenses.
El primer ministro neerlandés, Dick Schoof, dijo que esperaba que la UE se atuviera a sus objetivos climáticos, que, al menos para 2030, los datos oficiales señalan que el bloque va camino de cumplir. “Pero tendremos que estudiar detenidamente cómo mantenerlos viables para los ciudadanos y las empresas”, añadió.
LA UE MODIFICARÁ MÁS LEYES SOBRE EL CLIMA
Bruselas ya ha recortado numerosas medidas de sostenibilidad este año, un intento de contener el rechazo político, tanto de los países de la UE como de sus socios comerciales, entre ellos Estados Unidos y Qatar.
Para reforzar el apoyo al objetivo climático de 2040, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dijo a los líderes antes de su cumbre que el cambio a una economía limpia era la oportunidad de Europa para revitalizar las industrias y reducir la dependencia de las importaciones de China, que domina la fabricación de tecnologías como baterías y paneles solares.
“Se trata de una gran oportunidad de negocio para Europa. Aprovecharla requiere firmeza y un impulso implacable para hacer frente a nuestros competidores, empezando por China”, dijo Von der Leyen en una carta a la que tuvo acceso Reuters y fechada el 20 de octubre.
También prometió modificar otras medidas climáticas, como el control de los precios en un futuro mercado de carbono para combustibles de transporte y el refuerzo de la tasa fronteriza de carbono de la UE, una exigencia clave de Francia. Bruselas también estudia debilitar la prohibición de los motores de combustión para 2035, tras las presiones de Alemania e Italia.
(Información de Kate Abnett, Philip Blenkinsop, Andrew Gray, Julia Payne, Charlotte van Campenhout, Alessandro Parodi, Bart Meijer y Miranda Murray; edición de Nia Williams, Philippa Fletcher y David Gregorio; edición en español de Jorge Ollero Castela)











