EEUU desplegará un portaaviones en Sudamérica en un contexto de tensión con Venezuela

Por Idrees Ali y Phil Stewart

WASHINGTON, 24 oct (Reuters) -El presidente Donald Trump intensificó drásticamente la escalada militar de Estados Unidos en el Caribe el viernes al desplegar el grupo del portaaviones Gerald Ford en América Latina, una demostración de fuerza que supera con creces cualquier necesidad antinarcóticos anterior y representa el movimiento más grande de Washington en la región.

El despliegue forma parte de la expansión militar de Trump en el Caribe, que incluye otros ocho buques de guerra, un submarino nuclear y aviones F-35. Es probable que el movimiento suscite preocupación en la región sobre las intenciones de la administración Trump.

La decisión es una escalada significativa en un contexto de creciente tensión con Venezuela, a cuyo gobierno Washington acusa desde hace mucho tiempo de albergar narcotraficantes y socavar las instituciones democráticas.

“La mayor presencia de fuerzas estadounidenses en el USSOUTHCOM AOR reforzará la capacidad de Estados Unidos para detectar, vigilar y desbaratar actores y actividades ilícitas que comprometen la seguridad y prosperidad de la patria de Estados Unidos y nuestra seguridad en el hemisferio occidental”, dijo el portavoz del Pentágono Sean Parnell en X.

No especificó cuándo se trasladará el portaaviones a la región, pero desde hace unos días, el portaaviones estaba viajando a través del Estrecho de Gibraltar y por Europa.

El Ford, que entró en servicio en 2017, es el portaaviones más nuevo de Estados Unidos y el más grande del mundo, con más de 5.000 marineros a bordo.

Desde principios de septiembre, el ejército estadounidense ha llevado a cabo 10 ataques contra presuntos buques narcotraficantes, la mayoría en el Caribe, en los que han muerto unas 40 personas. Aunque el Pentágono no ha dado mucha información, ha dicho que algunos de los muertos eran venezolanos.

El presidente venezolano, Nicolás Maduro, ha denunciado en repetidas ocasiones que Estados Unidos pretende expulsarle del poder.

El jueves por la noche en un acto en Caracas, Maduro dijo que si Estados Unidos llegase a intervenir en el país, se “declararía una huelga general insurrecional revolucionaria de la clase obrera, campesina, en las calles hasta que se retomara el poder” y añadió que “verían el desfile de millones de hombres y mujeres con fusiles”.

Washington duplicó en agosto su recompensa por información que condujera al arresto de Maduro a 50 millones de dólares, acusándole de vínculos con el narcotráfico y grupos criminales que Maduro niega.

El viernes, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, anunció que el más reciente ataque contra una presunta embarcación del narcotráfico mató a seis personas en el Caribe.

La tensión entre Estados Unidos y el vecino de Venezuela, Colombia, también ha aumentado en los últimos días. Trump acusó al presidente colombiano Gustavo Petrosa de ser un “líder de la droga ilegal” y un “mal tipo”, expresiones que el Gobierno de Petrosa consideró ofensivas.

Trump dijo el jueves que su administración planea informar al Congreso de Estados Unidos sobre las operaciones contra los cárteles de la droga y que, aunque no necesitaba una declaración de guerra, los movimientos en tierra serían los siguientes.

“Estas fuerzas mejorarán y aumentarán las capacidades existentes para interrumpir el tráfico de narcóticos y degradar y desmantelar (las organizaciones criminales transaccionales)”, dijo Parnell.

AUMENTO DE LA CAPACIDAD MILITAR

Los portaaviones, de los que solo hay 11 en el arsenal militar estadounidense, son un recurso escaso y sus calendarios suelen fijarse con mucha antelación.

El portaaviones Ford, que incluye un reactor nuclear, puede albergar más de 75 aviones militares, incluidos cazas como los jets F-18 Superé Honre y el E-2 Hawkeye, que puede actuar como sistema de alerta temprana.

Cuenta con un arsenal de misiles, como el Envolved Sea Sparrow Misiles, un misil tierra-aire de medio alcance utilizado para contrarrestar drones y aviones.

El Ford también incluye sofisticados radares que pueden ayudar a controlar el tráfico aéreo y la navegación.

Los buques de apoyo, como el crucero de misiles guiados Normanda, de clase Ticonderoga, y los destructores de misiles guiados Thomas Hender, Rama, Carney y Roosevelt, de clase Arleigh-Burke, incluyen capacidades de guerra superficie-aire, superficie-superficie y antisubmarina.

(Reporte de Idrees Ali y Phil Stewart. Editado en español por Juana Casas y Javier López de Lérida)

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