Por Emma Farge y Olivia Le Poidevin
GINEBRA, 20 oct (Reuters) -La Organización Meteorológica Mundial (OMM) instó a colmar las lagunas de un sistema mundial de vigilancia destinado a proteger a la población de los fenómenos meteorológicos extremos, y afirmó el lunes que estas alertas tempranas son especialmente necesarias en los países en desarrollo.
En una reunión extraordinaria celebrada en Ginebra, la OMM señaló que, en las últimas cinco décadas, los riesgos relacionados con el tiempo, el agua y el clima han causado la muerte de más de 2 millones de personas, y que el 90% de esas muertes se han producido en países en desarrollo.
La secretaria general de la OMM, Celeste Saulo, ha hecho del impulso a los sistemas de alerta temprana una prioridad, pero aun así solo el 55% de los países han desarrollado la capacidad de vigilancia, según muestran los datos de la agencia meteorológica de la ONU.
“Muchos millones de personas carecen de protección contra las condiciones meteorológicas peligrosas, que se están cobrando cada vez más víctimas entre los activos económicos y las infraestructuras vitales”, dijo la OMM en un comunicado.
El número de países que utilizan sistemas de alerta temprana se ha duplicado en tres años hasta alcanzar los 119. Sin embargo, una evaluación de 62 países realizada por la OMM mostró que la mitad de ellos solo disponen de una capacidad básica y el 16% de una capacidad inferior a la básica.
Sin embargo, la OMM está observando progresos en África, incluidos Mozambique y Etiopía, con un mayor número de países que disponen de sitios web operativos y emiten alertas normalizadas.
“Alerta temprana significa acción temprana. Nuestro objetivo no es solo alertar al mundo, sino capacitarlo”, dijo Saulo en el discurso inaugural de la conferencia en Ginebra.
Según la OMM, las muertes por catástrofes son seis veces mayores y el número de personas afectadas cuatro veces mayor en los países con sistemas limitados de alerta temprana de peligros múltiples.
La directora del Departamento Federal del Interior de Suiza, Elisabeth Baume-Schneider, dijo a los delegados de la conferencia que ningún país o región se libra del impacto del cambio climático y de las condiciones meteorológicas extremas.
Señaló el ejemplo de cómo la vigilancia periódica de un glaciar de montaña permitió a los científicos advertir de su inminente colapso en mayo de 2025, lo que permitió la evacuación del pueblo suizo de Blatten.
“El deshielo del permafrost provocará inevitablemente más derrumbes de glaciares y desprendimientos de rocas”, por lo que los sistemas de alerta temprana son vitales, dijo.
(Información de Olivia Le Poidevin y Emma Farge; edición de Frances Kerry; edición en español de Paula Villalba)