JAN YUNIS, Franja de Gaza, 15 oct (Reuters) -Shadi Abu Sido dijo que el mundo se le vino encima en un centro de detención israelí cuando los guardias le dijeron que su esposa y sus dos hijos habían muerto en la guerra de Gaza.
“Me puse histérico”, dijo el fotógrafo palestino de Gaza.
No fue hasta su liberación el lunes, como parte del acuerdo de alto el fuego entre Hamás e Israel mediado por Estados Unidos que puso fin a dos años de guerra, cuando descubrió que sus seres queridos estaban vivos.
Su esposa, Hanaa Bahlul, corrió por el pasillo de la casa familiar en Jan Yunis y saltó a sus brazos. La hizo girar en el aire mientras se aferraban el uno al otro. Abu Sido besó las mejillas de sus hijos una y otra vez, murmurando “mi amor” mientras abrazaba a la hija y al hijo que creía que nunca volvería a ver.
“Oí la voz de mi mujer, la de mis hijos, me quedé atónito, no se puede explicar, estaban vivos. Vi a mi mujer y a mis hijos vivos. Imagínate: en medio de la muerte, la vida”, dijo.
Abu Sido, fotoperiodista, dijo que fue detenido en el Hospital al-Shifa, en el norte de la Franja de Gaza, el 18 de marzo de 2024.
Fue uno de los 1.700 palestinos detenidos por las fuerzas israelíes durante la devastadora guerra de Gaza y liberado el lunes, junto con 250 presos condenados o sospechosos de haber participado en ataques mortales, a cambio de 20 rehenes israelíes retenidos por Hamás desde su asalto transfronterizo de octubre de 2023.
DETENIDOS EN VIRTUD DE LA LEY DE “COMBATIENTES ILEGALES”
Bahlul dijo que un abogado de Addameer, grupo palestino de derechos humanos, le había dicho que Abu Sido estaba detenido en virtud de la Ley de Combatientes Ilegales de Israel, una forma de detención administrativa.
Omer Shatz, experto israelí en derecho internacional de la universidad Sciences Po de París, afirmó que esta ley permite a Israel limitar el acceso a los abogados, encarcelar a personas sin cargos ni juicio y detener arbitrariamente a muchos palestinos en Gaza.
Según Addameer, actualmente hay 2.673 gazatíes detenidos en virtud de esta ley.
El ejército israelí afirmó en un comunicado enviado a Reuters que su política de detenciones estaba “en plena consonancia con la legislación israelí y las Convenciones de Ginebra” sobre normas jurídicas para el trato humanitario en tiempos de guerra.
El Ministerio de Justicia israelí no respondió a las peticiones de Reuters para que hiciera comentarios.
En marzo de 2024, el ejército israelí dijo que había asaltado el Hospital al-Shifa, acusando a Hamás de operar desde sus instalaciones. Hamás ha negado las acusaciones israelíes de que tenía puestos de mando bajo al-Shifa y otros hospitales de Gaza. Reuters no pudo verificar de forma independiente las afirmaciones de ninguna de las partes.
“UN CEMENTERIO PARA LOS VIVOS”
Abu Sido ha dicho que durante su detención le propinaron fuertes palizas, le esposaron, le vendaron los ojos y le obligaron a permanecer de rodillas durante largos periodos. Durante su encuentro con Reuters, tenía las muñecas en carne viva, según él, a causa de las cadenas. Reuters no pudo verificar de forma independiente los detalles de su relato.
Primero estuvo recluido en el campo de detención militar israelí de Sde Teiman, luego fue trasladado al campo militar de Ofer, en el territorio bajo ocupación israelí de Cisjordania, y más tarde a la prisión israelí de Ketziot, según su esposa.
Bahlul dijo que Abu Sido fue detenido solo por ser “periodista de una institución palestina”.
Un portavoz del Servicio de Prisiones israelí (IPS, por sus siglas en inglés) afirmó que todos los reclusos estaban recluidos según los procedimientos legales y que se respetaban sus derechos. “No tenemos conocimiento de las denuncias descritas y, por lo que sabemos, no se han producido incidentes de este tipo bajo la responsabilidad del IPS”, dijo el portavoz.
El comunicado militar israelí decía que los malos tratos a los detenidos estaban “estrictamente prohibidos”. Los militares afirmaron que la inmovilización prolongada solo se permitía en “casos excepcionales” con importantes riesgos para la seguridad y negaron que se obligara a los detenidos a permanecer en posición agachada.
Un alto cargo militar israelí dijo a Reuters en septiembre que, de un centenar de investigaciones penales relacionadas con la guerra de Gaza, la mayoría se referían a denuncias de malos tratos o muerte de detenidos bajo custodia militar. Dos casos han dado lugar a acusaciones y un soldado fue condenado a 17 meses de prisión.
Reuters habló anteriormente con presos palestinos liberados que afirmaron haber sufrido abusos durante su detención en Israel.
Muchos de los rehenes israelíes liberados por Hamás también han descrito torturas, agresiones sexuales, abusos psicológicos y negación de alimentos y atención médica.
Amany Srahneh, de la Sociedad de Presos Palestinos, afirmó que las condiciones de los reclusos palestinos se deterioraron drásticamente tras el ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023: se ha informado de agresiones sexuales, palizas, denegación de medicación y escasez de alimentos.
Afirmó que las condiciones eran aún peores para los palestinos de Gaza recluidos en centros de detención militar.
Abu Sido afirmó que esa prisión era “el cementerio de los vivos”. “Cuando regresé a Gaza, fue como si el alma me volviera al cuerpo. Pero cuando vi la destrucción… ¿Cómo voy a empezar de nuevo?”.
(Información adicional de Maayan Lubell en Jerusalén; edición de Mark Heinrich; edición en español de María Bayarri Cárdenas)