Por Nidal al-Mughrabi y Alexander Cornwell
EL CAIRO/TEL AVIV, 16 oct (Reuters) – Israel dijo el jueves que está preparando la reapertura del paso fronterizo de Rafah, en Gaza, para permitir la entrada y salida de palestinos, pero no fijó fecha, mientras intercambió reproches con Hamás por las violaciones del alto el fuego mediado por Estados Unidos.
La disputa sobre la devolución de los cadáveres de los rehenes retenidos por Hamás en Gaza podría poner en peligro la tregua, junto con otros puntos importantes del plan que aún no se han resuelto, como el desarme de los militantes y el futuro gobierno de Gaza.
Israel exigió a Hamás que cumpla con su obligación de entregar los cuerpos de los 28 rehenes fallecidos. La facción islamista afirmó que había entregado 10 cadáveres, pero Israel dijo que uno de ellos no era el de un rehén.
“No transigiremos en esto y no escatimaremos esfuerzos hasta que regresen nuestros rehenes caídos, hasta el último de ellos”, declaró el miércoles el portavoz del gobierno israelí.
El brazo armado de Hamás dijo que la entrega de más cuerpos en Gaza, reducida a vastas extensiones de escombros por la guerra, requeriría la entrada de maquinaria pesada y equipos de excavación en el enclave palestino bloqueado por Israel.
El jueves, un alto cargo de Hamás acusó a Israel de burlar el alto el fuego por haber matado al menos a 24 personas en tiroteos desde el viernes, y dijo que se había entregado a los mediadores una lista de esas violaciones.
“El Estado ocupante trabaja día y noche para socavar el acuerdo con sus violaciones sobre el terreno”, afirmó.
El ejército israelí no respondió de inmediato a las acusaciones de Hamás. Anteriormente dijo que algunos palestinos hicieron caso omiso de las advertencias de no acercarse a las posiciones israelíes de alto el fuego y que las tropas “abrieron fuego para eliminar la amenaza”.
Israel ha dicho que la siguiente fase del plan de 20 puntos para poner fin a la guerra diseñado por la administración del presidente estadounidense Donald Trump exige que Hamás renuncie a sus armas y ceda el poder, algo que hasta ahora se ha negado a hacer.
En su lugar, Hamás ha lanzado una ofensiva de seguridad en las zonas urbanas desalojadas por las fuerzas israelíes, haciendo alarde de su poder mediante ejecuciones públicas y enfrentamientos con clanes armados locales.
El lunes se liberó a los 20 rehenes vivos que quedaban a cambio de miles de palestinos encarcelados en Israel.
Más tarde, el jueves, el Ministerio de Salud gazatí dijo que Israel entregó 30 cadáveres de palestinos muertos durante el conflicto, con lo que el total de cuerpos recibidos desde el lunes asciende a 120.
Los elementos a largo plazo del plan de Trump, incluida la composición de una “fuerza de estabilización” internacional para el pequeño y densamente poblado territorio y los pasos hacia la creación de un Estado palestino -rechazado por Israel- aún no se han concretado.
El primer ministro palestino, Mohammad Mustafa, declaró el jueves que la Autoridad Palestina (AP), respaldada por Occidente, colaborará con instituciones y socios internacionales para resolver los problemas de seguridad, logística, financiación y gobernanza de Gaza.
En una próxima conferencia sobre la reconstrucción de Gaza, que se celebrará en Egipto, deberá aclararse cómo se organizan los fondos de los donantes, quién los recibirá y cómo se desembolsarán, declaró a los periodistas.
Hamás expulsó a la AP de Gaza en una breve guerra civil en 2007.
NECESIDAD URGENTE DE AYUDA
En un comunicado el jueves, la agencia israelí de ayuda militar COGAT dijo que se está coordinando con Egipto para decidir una fecha para la reapertura del cruce de Rafah para el movimiento de personas después de completar los preparativos necesarios.
COGAT declaró que el paso de Rafah no se abrirá para la ayuda, ya que el acuerdo de tregua no lo estipulaba en ningún momento, sino que todos los bienes humanitarios con destino a Gaza pasarán por Kerem Shalom, controlado por Israel, tras someterse a inspecciones de seguridad.
Con la hambruna presente en algunas partes de Gaza, el secretario general adjunto de Asuntos Humanitarios de la ONU, Tom Fletcher, declaró a Reuters en una entrevista el miércoles que cada semana deberán entrar miles de vehículos de ayuda en Gaza para aliviar la crisis.
Los camiones de ayuda entraron en Gaza el miércoles e Israel dijo que se había aprobado la entrada de 600 en virtud del pacto de tregua. Fletcher dijo que se trataba de una “buena base”, pero ni mucho menos suficiente, ya que la atención médica también escasea y la mayoría de los 2,2 millones de habitantes no tienen hogar.
Ismail Al-Thawabta, director de la oficina de medios de comunicación de Gaza, dirigida por Hamás, indicó que las cantidades de ayuda que habían entrado desde que amainaron los combates son una “gota en el océano” de lo que se necesita.
“La región necesita con urgencia un flujo importante, continuo y organizado de ayuda, combustible, gas para cocinar y suministros médicos y de socorro”, declaró a Reuters.
(Reporte de Nidal al-Mughrabi en El Cairo, Alexander Cornwell y Steven Scheer en Jerusalén y Tala Ramadan en Dubái; editado en español por Carlos Serrano)