El primer ministro francés supera las dos mociones de censura tras hacer concesiones

Por Elizabeth Pineau y Gabriel Stargardter

PARÍS, 16 oct (Reuters) -El primer ministro de Francia, Sébastien Lecornu, sobrevivió a dos mociones de censura en el Parlamento el jueves tras obtener el respaldo crucial del Partido Socialista gracias a su promesa de suspender la cuestionada reforma de las pensiones del presidente Emmanuel Macron.

Las dos mociones presentadas por el partido de izquierda La Francia Insumisa y el partido de extrema derecha Reagrupamiento Nacional (RN) obtuvieron solo 271 y 144 votos respectivamente, muy por debajo de los 289 votos necesarios para derribar el recién formado Gobierno de Lecornu.

La oferta de Lecornu de aplazar la reforma de las pensiones hasta después de las elecciones presidenciales de 2027 ayudó a convencer a los socialistas, dando al Gobierno un salvavidas en la Asamblea Nacional, profundamente fragmentada.

Pese a este respiro, la votación ha puesto de relieve la fragilidad del mandato de Macron a mitad de su último periodo.

“Una mayoría improvisada mediante regateos ha logrado hoy salvar sus posiciones, a expensas del interés nacional”, escribió en la red social X el presidente de RN, Jordan Bardella.

El mercado de bonos francés se mantuvo estable después de las votaciones consecutivas, con la victoria del Gobierno ampliamente esperada por los inversores.

LECORNU SE ENFRENTA A ARDUAS NEGOCIACIONES PRESUPUESTARIAS

Al poner la reforma de las pensiones en la guillotina, Lecornu amenaza con acabar con uno de los principales legados económicos de Macron en un momento en el que las finanzas públicas de Francia se encuentran en una situación peligrosa, dejando al presidente con pocos logros internos tras ocho años en el cargo.

Hay 265 parlamentarios de partidos que dijeron que votarían para derrocar a Lecornu y solo un puñado de rebeldes de otros grupos se unieron a su causa.

Si Lecornu hubiera perdido cualquiera de las dos votaciones, él y sus ministros habrían tenido que dimitir inmediatamente, y Macron se habría visto sometido a una enorme presión para convocar unas elecciones parlamentarias anticipadas, sumiendo a Francia aún más en la crisis.

“Los franceses tienen que saber que estamos haciendo todo este trabajo (…) para darles un presupuesto, porque es fundamental para el futuro de nuestro país”, dijo Yael Braun-Pivet, presidenta de la Asamblea Nacional y aliada de Macron.

“Me complace ver que hoy hay una mayoría en la Asamblea Nacional que funciona con este espíritu: el trabajo, la búsqueda del compromiso, el mejor esfuerzo posible”, añadió.

Tras ganar la concesión de las pensiones, los socialistas se fijaron el miércoles como objetivo incluir un impuesto a los multimillonarios en el presupuesto de 2026, lo que subraya lo débil que es la mano de Lecornu en las negociaciones.

LA CRIPTONITA POLÍTICA

Francia se encuentra en medio de su peor crisis política en décadas, con una sucesión de gobiernos minoritarios que aspiran a aprobar presupuestos de reducción del déficit en un parlamento díscolo y dividido en tres bloques ideológicos distintos.

La reforma del generoso sistema de pensiones francés ha sido la criptonita política desde que el entonces presidente socialista François Mitterrand redujo la edad de jubilación de 65 a 60 años en 1982.

En Francia, la edad media de jubilación efectiva es de solo 60,7 años, frente a la media de la OCDE de 64,4 años.

La reforma de Macron elevó dos años la edad legal de jubilación, hasta los 64 años en 2030. Aunque esto solo equipara la política francesa a la de otros Estados miembros de la Unión Europea, recorta una preciada prestación social muy apreciada por la izquierda.

(Información adicional de Alessandro Parodi; redacción de Gabriel Stargardter y Crispian Balmer; edición de Gareth Jones; edición en español de Paula Villalba, Benjamín Mejías Valencia y María Bayarri Cárdenas)

tagreuters.com2025binary_LYNXNPEL9F0IH-VIEWIMAGE

tagreuters.com2025binary_LYNXNPEL9F0IJ-VIEWIMAGE

tagreuters.com2025binary_LYNXNPEL9F0II-VIEWIMAGE