Por Nidal al-Mughrabi
EL CAIRO, 13 oct (Reuters) -Un Hamás muy debilitado ha tratado de reafirmarse en Gaza desde que se comenzó el alto el fuego, matando a decenas de personas en una ofensiva contra los grupos que han puesto a prueba su control y que aparentemente tenían el visto bueno de Estados Unidos para vigilar temporalmente el destrozado enclave.
Azotada por Israel durante la guerra desencadenada por los atentados del 7 de octubre de 2023, Hamás ha enviado gradualmente a sus hombres de vuelta a las calles de Gaza desde que comenzó el alto el fuego el viernes, moviéndose con cautela por si se derrumba repentinamente, según dos fuentes de seguridad en el territorio.
Hamás desplegó el lunes a miembros de su ala militar, las Brigadas Qassam, mientras liberaba a los últimos rehenes vivos secuestrados hace dos años.
Fue un recordatorio de uno de los principales retos a los que se enfrenta el esfuerzo del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para garantizar un acuerdo duradero para Gaza, ya que Estados Unidos, Israel y muchos otros países exigen el desarme de Hamás.
Las imágenes de Reuters mostraban a decenas de combatientes de Hamás alineados en un hospital del sur de Gaza y a un hombre armado con la insignia del brazo armado de Hamás, las Brigadas Qassam. Su insignia en el hombro lo identificaba como miembro de la “Unidad Sombra”, una fuerza de élite, que, según fuentes de Hamás, se encargó de custodiar a los rehenes.
El plan de Trump prevé la salida de Hamás del poder en una Gaza desmilitarizada dirigida por un comité palestino bajo supervisión internacional, además prevé el despliegue de una misión internacional de estabilización que forme y apoye a una fuerza policial palestina.
Pero Trump, de camino a Oriente Medio, sugirió que se había dado luz verde temporal a Hamás para vigilar Gaza.
“Quieren poner fin a los problemas, y han sido abiertos al respecto, y les hemos dado nuestra aprobación durante un tiempo”, dijo, respondiendo a la pregunta de un periodista sobre las informaciones de que Hamás estaba disparando a sus rivales e instituyéndose como fuerza policial.
Tras la entrada en vigor del alto el fuego, Ismail Al-Thawabta, jefe de la oficina de medios de comunicación del gobierno de Hamás en Gaza, dijo a Reuters que el grupo no permitiría un vacío de seguridad y que mantendría la seguridad pública y la propiedad.
Hamás ha descartado cualquier discusión sobre su arsenal, pero ha dicho que estaría dispuesta a entregar sus armas a un futuro Estado palestino.
(Información de Nidal al-Mughrabi; redacción de Tom Perry; edición de Ros Russell; edición en español de Paula Villalba y Javier López de Lérida)