Por Curtis Williams
9 oct (Reuters) -El Gobierno de Estados Unidos autorizó a Shell y a Trinidad y Tobago a desarrollar un campo de gas costa afuera en Venezuela, cerca de la frontera marítima, dijo el jueves el fiscal general de Trinidad.
El importante proyecto, destinado a abastecer a Trinidad con gas venezolano, ha avanzado lentamente en los últimos años debido a los frecuentes cambios en la política estadounidense hacia Venezuela, que permanece bajo sanciones energéticas estadounidenses desde 2019.
Dado que Venezuela y la empresa estatal PDVSA están bajo sanciones de Estados Unidos, las empresas extranjeras que las cumplen necesitan autorizaciones o licencias para negociar y desarrollar proyectos energéticos allí.
En abril, la administración del presidente Donald Trump canceló las licencias previamente otorgadas por el Gobierno del entonces mandatario Joe Biden al proyecto Dragón de Shell y la Compañía Nacional de Gas de Trinidad, así como a uno similar de BP.
Las autorizaciones se consideran esenciales para asegurar el suministro de gas a las plantas de gas natural licuado (GNL) de Trinidad y otras industrias.
Shell en el segundo trimestre completó un estudio marino en Dragón antes de una fecha límite establecida por Washington para terminar transacciones relacionadas con la licencia. El trabajo exploratorio ayudará a determinar la ubicación de los taladros de perforación y el diseño de tuberías.
La nueva autorización, otorgada el miércoles, se estructura en tres etapas. La primera permite a Trinidad y Shell negociar el proyecto con Venezuela y su empresa estatal PDVSA hasta abril de 2026, pero obliga la participación de empresas estadounidenses en el desarrollo.
“Hay que alcanzar objetivos comerciales para las empresas estadounidenses. No creemos que esos objetivos sean difíciles de cumplir. Son razonables”, dijo el fiscal general, John Jeremie.
Jeremie no quiso revelar los términos financieros de la licencia.
Las autorizaciones anteriores a Dragón prohibían cualquier pago en efectivo al Gobierno del presidente venezolano Nicolás Maduro, lo que llevó a las partes a negociar intercambios para que Venezuela recibiera bienes como alimentos y medicamentos a cambio del gas.
Shell y BP no respondieron de inmediato a solicitudes de comentarios.
A finales de septiembre, el Departamento de Estado de Estados Unidos dijo que Washington apoyaba la propuesta de Trinidad sobre el gas de Dragón y que se aseguraría de que no beneficiara significativamente al Gobierno de Maduro, tras una reunión entre las autoridades trinitarias y el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio.
Dragón tiene reservas probadas de aproximadamente 4,2 billones de pies cúbicos, lo que lo convierte en uno de los mayores depósitos de gas natural de Venezuela y en una posible fuente de ingresos a futuro.
Con reservas y producción insuficientes, Trinidad necesita el gas para abastecer sus industrias generadoras de ingresos, desde el GNL hasta la petroquímica.
(Reporte de Curtis Williams. Escrito por Marianna Parraga.)