Por Marc Jones
LONDRES, 7 oct (Reuters) – El auge de las monedas estables respaldadas por el dólar estadounidense, favorecido por las políticas sobre criptomonedas de Donald Trump, podría absorber depósitos por valor de 1 billón de dólares de bancos de economías emergentes en los próximos años, estima un informe de Standard Chartered.
Alrededor del 99% de todas las monedas estables están vinculadas al dólar, lo que, según los economistas, las convierte en cuentas bancarias en dólares y cada vez más atractivas en partes del mundo propensas a las crisis monetarias.
Standard Chartered, un banco famoso por operar en economías en desarrollo, afirma que el deseo de evitar la desaparición de los ahorros llevará a particulares y empresas a depositar su dinero en carteras de monedas estables en lugar de en bancos.
“Vemos la posibilidad de que un billón de dólares abandone los bancos de los mercados emergentes y se traslade a las monedas estables en los próximos tres años aproximadamente”, señala el informe del banco publicado el lunes.
Aunque las nuevas leyes estadounidenses sobre criptomonedas pretenden mitigar la fuga de depósitos prohibiendo a los emisores de monedas estables que cumplen con la normativa estadounidense pagar rendimientos directos -el equivalente a una tasa de interés en una cuenta bancaria-, Standard Chartered afirmó que las poblaciones de los mercados emergentes seguirán queriéndolas.
“El retorno del capital importa más que el rendimiento del capital”, dijo el banco, estimando que las tendencias actuales apuntan a que el uso de monedas estables como ahorro en las economías en desarrollo aumentará a 1,22 billones de dólares a finales de 2028, frente a los 173.000 millones de dólares actuales.
Aunque se trata de una cifra elevada en términos absolutos, sus analistas subrayan que seguiría representando sólo el 2% de los depósitos bancarios en los 16 países que consideran de “alto riesgo” ante este tipo de fuga de depósitos.
Entre ellos figuran Egipto, Pakistán, Bangladés y Sri Lanka, que han sufrido crisis monetarias en los últimos años, Kenia y Marruecos, y economías emergentes de peso como Turquía, India, China, Brasil y Sudáfrica.
“Muchas de ellas, con la excepción clave de China, tienen déficits gemelos que las hacen relativamente vulnerables a la aversión global al riesgo y a una repentina y brusca depreciación de sus divisas”, señala el informe.
(Reporte de Marc Jones; Editado en Español por Ricardo Figueroa)