Por Olivia Le Poidevin y David Latona y Howard Goller
6 oct (Reuters) -La activista sueca Greta Thunberg llegó el lunes a Grecia entre vítores de una multitud propalestina, después de que ella y otros cientos de activistas capturados por Israel en alta mar fueran deportados tras un intento de llevar ayuda a Gaza.
Israel informó de que había expulsado el lunes a 171 activistas, incluida Thunberg, con lo que el total de deportados hasta la fecha asciende a 341, de las 479 personas que detuvo cuando capturó la flotilla que intentaba romper su bloqueo naval de Gaza.
El Ministerio de Asuntos Exteriores griego informó de que 161 de los activistas llegaron en un vuelo a Atenas el lunes, entre ellos Thunberg, de 22 años. Entre ellos había 27 griegos, así como ciudadanos de casi otros 20 países.
“Permítanme ser muy clara. Está ocurriendo un genocidio”, dijo Thunberg a la multitud en el aeropuerto de Atenas refiriéndose a la acción militar israelí en Gaza.
“Nuestros sistemas internacionales están traicionando a los palestinos. Ni siquiera son capaces de impedir que se cometan los peores crímenes de guerra”, dijo. “Lo que pretendíamos con la Flotilla Global Sumud era dar un paso al frente cuando nuestros Gobiernos no cumplían con su obligación legal”.
Los activistas intentaron llegar a Gaza en decenas de embarcaciones para llevar suministros de ayuda y llamar la atención sobre la difícil situación de Gaza, donde la mayoría de los 2,2 millones de residentes han sido expulsados de sus hogares y Naciones Unidas afirma que el hambre es galopante.
Israel, que rechaza las acusaciones de estar llevando a cabo un genocidio en Gaza y afirma que los informes sobre el hambre en la zona son exagerados, ha tachado la flotilla de maniobra publicitaria en beneficio de Hamás.
Antes, activistas suizos y españoles de la flotilla dijeron que fueron sometidos a condiciones inhumanas durante su detención por las fuerzas israelíes.
El Ministerio de Asuntos Exteriores israelí emitió un comunicado, acompañado de fotos de Thunberg en el aeropuerto, en el que afirmó que se habían respetado los derechos de todos los participantes y que el único caso de violencia había sido el de un activista que mordió a una médica en la prisión israelí de Ketziot.
ACTIVISTAS ALEGAN MALOS TRATOS
Entre los nueve miembros de la flotilla que llegaron a Suiza, algunos alegaron privación de sueño, falta de agua y comida, así como golpes, patadas y haber sido encerrados en una jaula, dijo en un comunicado el grupo que los representa.
Un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores israelí rechazó las acusaciones.
Los activistas españoles también denunciaron malos tratos a su llegada a España a última hora del domingo tras ser deportados.
“Nos golpearon, nos arrastraron por el suelo, nos vendaron los ojos, nos ataron de pies y manos, nos metieron en jaulas y nos insultaron”, dijo a la prensa el abogado Rafael Borrego en el aeropuerto de Madrid.
Activistas suecos habían dicho el sábado que Thunberg fue empujada y obligada a llevar una bandera israelí durante su detención, mientras que otros dijeron que les habían retenido agua y alimentos limpios y confiscado sus medicamentos y pertenencias.
La exalcaldesa de Barcelona Ada Colau, que también viajaba en la flotilla, dijo que había habido “malos tratos, pero eso no es nada comparado con lo que sufre cada día el pueblo palestino”.
(Reportaje de Ahmed Elimam y Tala Ramdan; editado en español por Juana Casas)