Por Rodrigo Gutierrez y Carolina Fernandez
TIERRA AMARILLA, 30 sep (Reuters) – Residentes de un pueblo minero en el desierto chileno todavía están preocupados por un socavón que se abrió cerca de sus casas hace más de tres años, incluso cuando un reciente fallo judicial dio alguna esperanza de restaurar el entorno.
Un tribunal ambiental ordenó a Minera Ojos del Salado, de la canadiense Lundin Mining, reparar daños ambientales vinculados con la actividad en su mina de cobre Alcaparrosa, que se cree que provocó el socavón en 2022.
El fallo, de inicios de mes, insta a la firma a proteger el suministro de agua local y a rellenar el sumidero, señalando que tenía 32 metros de ancho en la superficie y 64 metros de profundidad.
Esto ha proporcionado alivio a quienes viven en la árida localidad de Tierra Amarilla, ubicada en la región norteña de Atacama, que temen que el cráter pueda expandirse y la tierra pueda secarse aún más.
“Desde que se produjo el socavón, desde un principio vivimos con temor”, dijo Rudy Alfaro, cuya casa está a 800 metros del lugar. También hay un centro de salud y una escuela preescolar cerca, añadió.
“Teníamos miedo de que se agrandara, de que aumentara, que avanzará hacia las casas, sobre todo la mía”, relató.
El socavón incluso expulsó nubes de polvo durante un sismo reciente, lo que provocó más ansiedad, dijo.
El tribunal confirmó el cierre de la mina Alcaparrosa ordenado por el regulador ambiental chileno en enero y confirmó el daño “irreparable” a un acuífero, que drenó agua hacia la mina y debilitó la roca circundante.
“Esto en desmedro de una zona que hidrológicamente está bastante estresada”, dijo Rodrigo Sáez, director regional de aguas.
Lundin afirmó que colaborará con las autoridades para implementar medidas de reparación. Por ahora, residentes como Solange Toro aún temen lo que pueda suceder.
“Es terrible porque la preocupación de la gente es que se puede expandir”, comentó.
(Reporte de Reuters Televisión, escrito por Daina Beth Solomon)