SAO PAULO, 25 sep (Reuters) – La inflación en Brasil se aceleró en el mes hasta mediados de septiembre, luego de caer brevemente el mes previo, aunque se mantuvo por debajo de las expectativas del mercado, mostraron el jueves los datos de la agencia de estadísticas IBGE.
Las cifras llegan en un momento en el que el banco central de Brasil señaló que estaba entrando en una “nueva etapa” de tasas de interés estables durante un periodo largo, tras un agresivo endurecimiento monetario destinado a frenar la inflación persistente.
Los precios al consumo, medidos por el índice IPCA-15, subieron un 0,48% en el periodo, según el IBGE, frente al descenso del 0,14% del mes pasado. No obstante, la lectura fue menor al aumento del 0,51% previsto por los economistas en un sondeo de Reuters.
En los 12 meses transcurridos hasta mediados de septiembre, la inflación alcanzó el 5,32%, menos que el 5,36% previsto en la encuesta de Reuters, pero aún sobre del objetivo del banco central del 3%, que tiene un margen de tolerancia de 1,5 puntos porcentuales en cada dirección.
El banco central de Brasil mantuvo la semana pasada las tasas de interés en un máximo de casi dos décadas del 15%, y apuntó a una larga pausa después de un ciclo de endurecimiento que elevó los costos de endeudamiento 450 puntos básicos desde septiembre de 2024.
El banco espera que la inflación se acerque al objetivo oficial en el primer trimestre de 2028, pero que siga sin alcanzarlo.
En el mes hasta mediados de septiembre, los precios subieron en cinco de los nueve grupos encuestados por el IBGE. Los precios de la vivienda aumentaron un 3,31% tras una caída del 1,13% el mes anterior, impulsados por el alza de los costos de la electricidad.
Sin embargo, los precios de los alimentos y las bebidas, que impulsaron la inflación general a principios de año, cayeron un 0,35% en el periodo, lo que supone su cuarto descenso mensual consecutivo.
“El panorama general parece benigno. El reciente repunte de la inflación se explica en gran medida por efectos de base adversos”, dijo Andrés Abadía, economista jefe para América Latina de Pantheon Macroeconomics. “Nuestro caso base es que continúe la desinflación, y que la inflación termine el año en torno al 5%”.
(Reporte de Fernando Cardoso. Editado en Español por Ricardo Figueroa)