Por Maximilian Heath
BUENOS AIRES, 25 sep (Reuters) -Las exportaciones de soja de Argentina alcanzaron su nivel más alto de los últimos siete años tras una breve suspensión en los impuestos a exportaciones que causó un frenesí de negocios, que debería continuar impulsando al mercado local ya que muchos agentes deben comprar los granos para embarcar.
El aluvión de ventas comenzó luego de que el Gobierno suspendiera entre el lunes y el miércoles los impuestos a las exportaciones de granos -del 26% en el caso de la soja- con el objetivo de incrementar la oferta doméstica de divisas para sostener al peso argentino en medio de una crisis financiera.
La medida generó ventas de granos y sus derivados en ese corto período por 7.000 millones de dólares, un cupo límite que establecía la duración de la suspensión.
Los agroexportadores en Argentina hicieron declaraciones de ventas (DJVE) de soja 2024/25 por 10,5 millones de toneladas, según datos del Gobierno, y superaron el récord previo para esta fecha de 10,1 millones de toneladas de la temporada 2018/19, la cifra más alta en el registro de DJVE disponibles de la Secretaría de Agricultura, cuyos datos llegan solo hasta el 2017/18.
De acuerdo con el Gobierno, el total de exportaciones declaradas entre martes y miércoles fue de 19,6 millones de toneladas: 7,1 millones de toneladas de harina de soja, 5,1 millones de granos de la oleaginosa, 1,5 millones de aceite de soja, 3,1 millones de trigo y 2 millones de maíz.
DESPROLIJO Y BREVE FRENESÍ
La suspensión temporaria aceleró el ya intenso apetito que mostraba China por la soja de Argentina en los últimos meses, dada la guerra comercial entre Pekín y Estados Unidos que obligó a los compradores chinos a buscar mercados alternativos al estadounidense, un gran proveedor del país asiático.
Desde el anuncio de la medida argentina el lunes, compradores chinos adquirieron al menos 20 cargamentos de soja de Argentina, según operadores, lo que el analista Johnny Xiang, de AgRadar Consulting en Pekín, describió como un “breve frenesí” de negocios.
“Compradores domésticos (chinos) fueron atraídos por los precios bajos e hicieron grandes compras de soja, en su mayoría para embarcar en noviembre”, agregó Xiang.
Operadores también dijeron a Reuters que India compró 300.000 toneladas de aceite de soja argentino, su compra del derivado más grande para un período de dos días, que serían embarcadas en octubre y en marzo.
Por su parte, el dirigente agrícola argentino Santiago del Solar criticó la medida del Gobierno, describiéndola como sorpresiva y desprolija. “De un día para el otro, poner cero (por ciento) en derechos de exportación generó un embudo tremendo”, presionando los precios, señaló.
Al momento de comprar los granos en Argentina, los exportadores descuentan a los agricultores el impuesto a las exportaciones que aplica el Gobierno. Analistas dijeron que la supresión de la tasa del 26% representaba un incremento de 100 dólares en el valor de la soja, aunque ese precio nunca llegó a manos de los productores.
“Los 100 dólares por tonelada de la soja de los derechos al principio llegó a 60, después 50 y después 40”, señaló del Solar. “Como antecedente es muy malo porque estamos pensando ‘el año que viene lo van a hacer de nuevo'”, dijo.
FALTANTE DE MERCADERÍA
Tras la ventana ofrecida por el Gobierno local, el mercado argentino de granos seguirá activo a pesar del regreso de los impuestos, ya que las empresas podían declarar ventas al exterior sin necesariamente tener la mercadería en su poder para realizarlas.
“Los compradores, principalmente de soja, tienen que seguir originando (comprando) mercadería porque declararon muchas ventas, pero esa mercadería no la tienen totalmente comprada”, dijo la experta en agronegocios Lorena D’Angelo, que trabaja desde Rosario, donde está el mayor mercado de granos argentino.
“Hoy se podría estimar que tienen un faltante de mercadería, eso va a llevar a que tengan que seguir activos”, señaló la analista.
D’Angelo explicó que debido a que los exportadores deberán seguir activos y a la menor oferta de granos tras las fuertes ventas domésticas recientes, los precios no volverán a los previos al decreto presidencial.
El jueves la soja se negociaba a 340 dólares por tonelada, por debajo del cierre de 348 del miércoles, pero muy arriba del nivel de casi 300 dólares de la semana pasada.
“En estos dos días que quedan de la semana va a disminuir bastante la operatoria, teniendo en cuenta lo que se hizo en los días anteriores, pero el mercado va a mantenerse activo”, dijo.
(Reporte de Maximilian Heath;Reporte adicional de Ella Cao en Pekín y Nicolás Misculin; Editado por Lucila Sigal y Jorge Otaola)