Claudia Cardinale, emblema del cine italiano, fallece a los 87 años

ROMA, 23 sep (Reuters) -Claudia Cardinale, símbolo del glamour del cine italiano de posguerra y que desarrolló una larga y variada carrera como actriz de cine y teatro, falleció a los 87 años, reportó el martes la prensa francesa.

Criada en Túnez en el seno de una familia de origen siciliano, Cardinale se introdujo en el mundo del cine en 1957, tras ganar un concurso de belleza y ser recompensada con un viaje al festival de Venecia.

Su voz tuvo que ser doblada para sus primeros papeles en la pantalla italiana porque había crecido en una familia donde se hablaba dialecto siciliano y había sido educada en una escuela francófona.

Los comienzos de su carrera también se vieron complicados por un embarazo secreto que, según ella, fue el resultado de una relación abusiva. En 1958 tuvo un hijo, Patrick, a quien hizo pasar por su hermano menor durante varios años mientras era criado por sus padres.

Tras una serie de pequeños papeles, saltó a la fama internacional en 1963, cuando intervino en “8-1/2”, de Federico Fellini y protagonizó “El leopardo” junto a Burt Lancaster.

Rodar dos películas al mismo tiempo trajo complicaciones, y Cardinale recuerda que tuvo que llevar colores de pelo diferentes para los dos papeles.

En una entrevista con el periódico británico The Guardian en 2013, Cardinale contrastó los enfoques de los directores Fellini y Luchino Visconti, que dirigió “El leopardo”.

“Él (Fellini) no podía rodar sin ruido. Con Visconti, todo lo contrario, era como hacer teatro. No podíamos decir ni una palabra. Muy serios”, relató.

Su creciente notoriedad le abrió las puertas de las producciones de Hollywood y apareció en la comedia “La pantera rosa”, dirigida por Blake Edwards, y en “Érase una vez en el Oeste”, de Sergio Leone, en 1968.

OSTRACISMO

La carrera de Cardinale sufrió un duro revés en la década de 1970, tras separarse del productor de cine Franco Cristaldi para iniciar una relación con el cineasta Pasquale Squitieri, con quien tuvo una hija, también llamada Claudia.

Enfadado por haber sido abandonado por otro hombre, Cristaldi pidió a amigos y socios de la industria que condenaran a Cardinale al ostracismo, lo que provocó, por ejemplo, que Visconti la rechazara para su película “El inocente” en 1976.

“Fue un momento muy delicado. Descubrí que no tenía dinero en mi cuenta bancaria”, contó Cardinale sobre aquella época.

Finalmente, Franco Zeffirelli acudió en su rescate y la contrató para la miniserie de televisión de 1977 “Jesús de Nazaret”. Después siguió trabajando con otros directores europeos, como Werner Herzog y Marco Bellocchio.

Cardinale, de voz ronca y una fumadora empedernida, tenía fama de ser una mujer ferozmente independiente y de espíritu libre, que en una ocasión desafió el protocolo vaticano al presentarse en minifalda a un encuentro con el papa Pablo VI.

Un libro de 2022 que celebraba su vida se titulaba “Claudia Cardinale. La indomable”.

Afincada durante mucho tiempo en Francia, Cardinale se dedicó al teatro a principios de este siglo, ganando elogios por sus apariciones en los escenarios.

Siguió haciendo películas en varios idiomas hasta el final de su vida, apareciendo en la serie de televisión suiza Bulle en 2020.

Tras ser galardonada con el premio a su trayectoria en el Festival de Berlín de 2002, que la de actriz había sido una gran carrera.

“He vivido más de 150 vidas, prostituta, santa, romántica, todo tipo de mujer, y es maravilloso tener esta oportunidad de cambiarte a ti misma”, dijo. “He trabajado con los directores más importantes. Me lo han dado todo”.

(Reporte de Keith Weir y Alvise Armellini; Editado en español por Javier Leira)

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