Un sirio, Ahmed al-Akhras, trabaja en su tienda de repuestos de automóviles, en El Cairo, Egipto, el 12 de diciembre de 2024. REUTERS/Mohamed Abd El Ghany
Un sirio, Ahmed al-Akhras, trabaja en su tienda de repuestos de automóviles, en El Cairo, Egipto, el 12 de diciembre de 2024. REUTERS/Mohamed Abd El Ghany