Boris Johnson engañó deliberadamente al Parlamento británico, según una comisión

Por Elizabeth Piper y William James

LONDRES, 15 jun (Reuters) – El ex primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, debería ser apartado del Parlamento por engañar intencionadamente a los diputados británicos sobre fiestas celebradas durante los confinamientos por el COVID-19 en su oficina, dijo el jueves un comité en un informe condenatorio que el exmandatario calificó de “basura”.

En un informe de más de 100 páginas, la comisión de privilegios —principal órgano disciplinario de los legisladores— afirma que Johnson engañó deliberadamente al Parlamento en varias ocasiones cuando se le preguntó por las reuniones en la residencia oficial de Downing Street durante los confinamientos por el COVID-19.

La comisión también acusó a Johnson de ser “cómplice de una campaña de abusos e intentos de intimidación”.

Johnson, uno de los políticos más conocidos y controvertidos del Reino Unido, contraatacó, insistiendo en su inocencia y calificando el informe de “basura”, “mentira” y “farsa”, y acusando a los miembros de la comisión de emprender una venganza contra él.

En el informe, que detalla seis actos celebrados en Downing Street, la comisión, que cuenta con miembros tanto de los conservadores en el Gobierno como del opositor Partido Laborista, afirma: “Concluimos que al engañar deliberadamente a la Cámara el señor Johnson cometió un grave desacato”.

“Recomendamos que no tenga derecho a un pase de antiguo diputado”, añadió, en referencia a un permiso que permite a los ex primeros ministros acceder al Parlamento.

El Comité concluyó que Johnson intentó socavar el proceso parlamentario engañando deliberadamente a la Cámara de los Comunes y a la Comisión, quebrantando la confianza, desacreditando a la Comisión y siendo cómplice de una campaña de abusos e intentos de intimidación.

Si Johnson siguiera siendo diputado, habría recomendado su suspensión durante 90 días.

Johnson dimitió de su escaño la semana pasada tras ver una copia anticipada del informe, calificando la investigación de “caza de brujas”, crítica que reiteró tras su publicación.

“Creía, correctamente, que estos hechos eran razonablemente necesarios por motivos de trabajo. Estábamos gestionando una pandemia”, dijo en un comunicado.

“Pero no me escuchen solo a mí. Hagan caso a la Policía Metropolitana. La policía investigó mi papel en todos esos eventos. En ningún caso encontraron que lo que yo había hecho fuera ilegal”.

(Información de Elizabeth Piper, Kylie MacLellan, Muvija M y William James; edición de Kate Holton; editado en español por Tomás Cobos)

tagreuters.com2023binary_LYNXMPEJ5E098-VIEWIMAGE