JARTUM (Reuters) – El miércoles se escucharon ataques aéreos en Jartum, según un testigo de Reuters, a pesar de que las facciones enfrentadas en el conflicto de Sudán acordaron un nuevo alto el fuego de siete días a partir del jueves, lo que socava las posibilidades de una tregua duradera que ayude a aliviar una crisis humanitaria cada vez más profunda.
El jefe de ayuda de Naciones Unidas, Martin Griffiths, llegó a la ciudad de Puerto Sudán para “reafirmar” su compromiso con el pueblo sudanés. Su portavoz declaró que la mejora del acceso humanitario mediante garantías de paso seguro será una prioridad.
El conflicto también ha creado una crisis humanitaria, con unas 100.000 personas obligadas a huir con escasos alimentos y agua a los países vecinos, según Naciones Unidas.
Las entregas de suministros de primera necesidad se han visto retenidas en una nación donde cerca de un tercio de la población ya dependía de la ayuda humanitaria antes del conflicto. La afluencia de refugiados a los empobrecidos países vecinos de Sudán podría desencadenar una catástrofe de mayor envergadura.
Los anteriores acuerdos de alto el fuego entre el ejército sudanés y los paramilitares de las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF, por sus siglas en inglés), cuya lucha por el poder estalló en un conflicto total a mediados de abril, han oscilado entre 24 y 72 horas, pero ninguno se ha respetado plenamente.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Sudán del Sur declaró el martes que la mediación promovida por su presidente, Salva Kiir, había llevado a ambas partes a acordar una tregua de una semana desde el jueves hasta el 11 de mayo y a nombrar enviados para las conversaciones de paz. El actual alto el fuego expiraba el miércoles.
Sin embargo, no está claro cómo procederán al respecto el jefe del ejército sudanés, general Abdel Fattah al-Burhan, y el líder de las RSF, general Mohamed Hamdan Dagalo.
Los aviones del ejército han estado bombardeando unidades de las RSF atrincheradas en distritos residenciales de la región de la capital.
El conflicto se ha extendido también a la región sudanesa de Darfur occidental, donde las RSF surgieron de las milicias tribales que lucharon junto a las fuerzas estatales para aplastar a los rebeldes en una brutal guerra civil que se remonta a 20 años atrás.
El comandante del ejército sudanés y el de de las RSF, que habían compartido el poder en el marco de una transición hacia elecciones libres y un Gobierno civil, no han dado muestras de retroceder, pero ninguno de los dos bandos parece capaz de asegurar una victoria rápida.
Los combates, que ya van por su tercera semana, han asolado Jartum, una de las mayores ciudades de África, y han causado centenares de muertos. El Ministerio de Sanidad de Sudán informó el martes de que 550 personas han muerto y 4.926 han resultado heridas por el conflicto.
Varios Estados extranjeros están concluyendo unas operaciones de evacuación que enviaron a miles de sus ciudadanos de vuelta a sus países. Reino Unido comunicó que su último vuelo de evacuación saldrá el miércoles de Puerto Sudán, en el mar Rojo, instando a los británicos que aún quieran salir del país a que se desplacen a la ciudad.
(Escrito por Michael Georgy; edición de Simon Cameron-Moore; editado en español por Darío Fernández)