Por Leika Kihara
TOKIO, 28 abr (Reuters) – El Banco de Japón (BoJ) mantuvo el viernes los tipos de interés ultrabajos, pero anunció una amplia revisión de su política monetaria, sentando las bases para que el nuevo gobernador, Kazuo Ueda, elimine gradualmente el programa de estímulo masivo de su predecesor.
Tal y como se esperaba, el Banco de Japón no introdujo cambios en su política de control de la curva de rendimientos, que establece un objetivo de tipos de interés a corto plazo del -0,1% y de rentabilidad de los bonos a 10 años en torno a cero.
Pero el banco central modificó su orientación sobre la futura senda política y eliminó la promesa de mantener los tipos de interés en “los niveles actuales o inferiores”.
En su lugar, el BoJ afirmó que “continuará pacientemente con la relajación monetaria” dada la “extremadamente” elevada incertidumbre que rodea a la economía.
El BoJ también dijo que estudiaría las diversas medidas de flexibilización monetaria adoptadas en los últimos 25 años para vencer a la deflación y su impacto en la economía y los precios.
“El Banco ha decidido llevar a cabo una revisión de la política monetaria con una perspectiva amplia, en un plazo previsto de entre un año y un año y medio”, declaró en un comunicado en el que anunciaba su decisión.
Aunque la revisión podría abrir la puerta a un futuro ajuste de la prolongada política monetaria ultralaxa del Banco de Japón, algunos analistas señalan que su largo plazo podría significar que cualquier cambio tardaría en llegar.
El yen alcanzaba su nivel más bajo en una semana frente al dólar, mientras que la deuda pública japonesa repuntaba, en un momento en que los inversores parecían descartar la perspectiva de un endurecimiento monetario a corto plazo.
“El Banco de Japón mejoró las previsiones de inflación, pero, al mismo tiempo, creo que las esperanzas de un cambio de política se han visto algo mermadas por la revisión, que se espera que dure entre un año y un año y medio”, dijo Moh Siong Sim, estratega de divisas de Bank of Singapore. “Eso podría haber amortiguado las esperanzas de un movimiento inminente en la fijación de políticas”.
En las nuevas proyecciones trimestrales publicadas el viernes, la Junta revisó al alza la inflación subyacente al consumo hasta el 1,8% en el actual ejercicio fiscal, que finaliza en marzo de 2024, y el 2,0% en el año siguiente, según el informe.
Según las previsiones anteriores, realizadas en enero, el Banco de Japón esperaba que la inflación alcanzara el 1,6% este año y el 1,8% en el ejercicio fiscal de 2024.
Sin embargo, la junta preveía que la inflación se ralentizara hasta el 1,6% en el año fiscal 2025 y afirmó que los riesgos para las perspectivas de los precios estaban sesgados a la baja, lo que sugiere que el Banco de Japón no tendrá prisa por subir los tipos.
Los mercados se centran en la conferencia de prensa posterior a la reunión de Ueda en busca de pistas sobre la rapidez con la que el Banco de Japón podría retirar gradualmente los estímulos.
El aumento de las presiones inflacionistas podría poner a prueba la capacidad de comunicación de Ueda, ya que pondría en duda el argumento del Banco de Japón de que las recientes presiones de los precios impulsadas por los costes se agotarán pronto.
La inflación subyacente al consumo en la capital japonesa alcanzó el 3,5% en abril, superando las expectativas y el objetivo del 2% fijado por el Banco de Japón, mientras que un índice que excluye los costes del combustible aumentó al ritmo más rápido en cuatro décadas, mostraron los datos el viernes.
La enérgica defensa por parte del BoJ de un tope implícito del 0,5% fijado para el rendimiento de los bonos a 10 años ha suscitado críticas por distorsionar la forma de la curva de rendimiento y drenar la liquidez del mercado de bonos, aumentando las expectativas de que Ueda elimine pronto el control de la curva de rendimiento.
(Información de Leika Kihara; editado en español por Benjamín Mejías Valencia)